El Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma celebra desde esta mañana la vista por la reclamación de 51 millones de euros que hacen los administradores concursales de Orizonia contra el Grupo Barceló. El magistrado tendrá que decidir si la absorción de la red de 155 agencias de viajes Vibo y de parte de la compañía aérea Orbest Orizonia Airline fue perjudicial, tal y como sostienen los síndicos, Insolnet y Banco Sabadell.

A lo largo de toda la semana, están citados testigos y peritos para evaluar cómo se produjo la operación entre Barceló y Orizonia en febrero de 2013. Los síndicos concursales afirman en la demanda que el trasvase de activos que se llevó a cabo en pleno desguace de la empresa por sus problemas económicos, fue perjudicial para el grupo y llegan a afirmar que se produjo con mala fe. Lo que mantienen es que la venta no se produjo en condiciones de mercado, sino que el precio pagado por Barceló fue artificialmente bajo. Esa absorción permitió salvaguardar alrededor de 800 de los empleos de Orizonia.

La petición de una «acción de reintegración» supone que las operaciones que se hicieron poco antes del concurso deben de ser anuladas en beneficio de los acreedores. Esa anulación se plasma en esos 51 millones de euros que, junto a los intereses y costas judiciales podrían elevarse a un total de 60 millones.

El juzgado ha programado que las sesiones se desarrollen hasta el próximo viernes. De prosperar la demanda, el dinero se reintegraría a la masa del concurso y se destinaría a pagar a los acreedores de Orizonia. Hay más de 10.000 reclamaciones de particulares y empresas.