La plaga se transmite de una planta a otra mediante los insectos. | Redacción Digital

La Asociación Valenciana de Agricultores AVA-Asaja ha asegurado que la llegada al territorio español de la 'Xylella fastidiosa', conocida popularmente como el 'ébola del olivo', concretamente a la isla de Mallorca, «demuestra la «política suicida» de la UE en control de plagas y ha alertado de las «gravísimas consecuencias» que puede acarrear esta bacteria y pide al Ministerio y la Conselleria que actúen «con toda la contundencia para erradicar el foco».

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, afirma que se trata «de una noticia gravísima y tremendamente preocupante que demuestra sin ninguna sombra de duda lo que venimos denunciado desde hace tiempo, es decir, que la Unión Europea viene aplicando en materia de control de plagas una política totalmente irresponsable y suicida». «Bruselas no puede seguir jugando de manera impune con el futuro de la agricultura mediterránea», ha advertido.

La 'Xylella fastidiosa', que, según AVA-Asaja por primera vez en España acaba de ser localizada en tres cerezos radicados en Mallorca, es una bacteria «de efectos letales para cultivos como el olivo, los cítricos, los frutales, la vid, el olivo o el almendro». «El hecho de que no existan en la actualidad métodos eficaces para combatir esta plaga y que la única opción sea la de destruir los árboles infectados la convierte en un enemigo de primer orden», ha indicado la organización.

«Sabemos que tanto el Ministerio como la Conselleria de Agricultura ya se han puesto manos a la obra y se están tomando el asunto muy en serio, pero es preciso redoblar la vigilancia, actuar de forma coordinada y, sobre todo, adoptar todas las medidas necesarias para aislar la zona afectada y erradicar el foco antes de que la bacteria se propague a otras regiones», ha pedido.

Aguado, tras la aparición en la Xylella en territorio español, se muestra «especialmente indignado» con «la laxitud que viene mostrando la UE en sus políticas de control de plagas en los cargamentos hortofrutícolas importados de terceros países». «La UE antepone los intereses comerciales a la seguridad de nuestros cultivos y eso es intolerable», ha recalcado.