En Eivissa no hay autopistas; de haberlas, no hubo sobrecostes al construirlas, y, de haberlos, fueron necesarios para evitar muertes en los numerosísimos accidentes que se producían en las carreteras hasta entonces.

Ese es el discurso oficial que se escuchó ayer en la comisión de investigación sobre las autopistas de Eivissa. Fue el mensaje en el que coincidieron tres de los comparecientes: Carlos Jover, director general de Carreteres cuando se construyeron las vías; Pere Palau, president del Consell de Eivissa en la época, y Stella Matutes, exconsellera d’Obres Públiques de la pitiüsa mayor.

La culpa, del PSIB

Jover fue el más explícito de los tres y aseguró que no puede hablarse de sobrecostes hasta que la obra no está entregada y finalizada. Eso sucedió cuando Francesc Antich ya era presidente, por lo que si hubo desvío de dinero, Jover asegura que fue por culpa de quien entonces era conseller d’Obres Públiques, el socialista Jaume Carbonero. Jover citó en varias ocasiones a Carbonero y le culpó de que las autopistas hayan terminado costando la cantidad final que costarán.

El expresident del Consell se mantuvo en la misma línea y señaló que no puede hablarse de sobrecoste cuando las obras permitieron salvar vidas ya que en una de las carreteras que se des- dobló eran constantes los accidentes mortales.

Stella Matutes, consellera del Consell en la época e hija del empresario Abel Matutes, afirmó que se reunió con todos los afectados por las expropiaciones que se lo pidieron, pero se desvinculó de cualquier decisión sobre las obras ya que formaban parte de un convenio entre el Govern y el Gobierno.

Abel Matutes

«Yo no soy mi padre», contestó la consellera cuando el diputado de Podemos, Aitor Morrás, le preguntó por algunas actuaciones de Abel Matutes.

Morrás lamentó que todos los comparecientes aparenten sufrir «amnesia y sordera colectiva» y se preguntó si la comisión servirá para algo a la vista de lo poco que están aportando las declaraciones de los citados.