Representantes del PP increpando entre risas al Govern durante la sesión plenaria. Foto: PERE BOTA

La tensión llegó al máximo en el Parlament con una batería de preguntas al Govern (seis del PP y una del PI) sobre los efectos de la crisis del Podemos en la estabilidad del Ejecutivo. Las preguntas sobre la participación del dirigente ‘podemista’ Alberto Jarabo en los nombramientos y el presunto trato de favor a su antigua productora audiovisual, Quindrop –todas ellas planteadas por el PP– y las referidas al dinero que recibía el laboratorio de Daniel Bachiller en el Hospital Joan March caldearon al máximo el ambiente.

Tanto el PP como el PI preguntaron por este asunto. Como Xelo Huertas, suspendida de militancia en el partido morado pero que sigue presidiendo los plenos, no dejó terminar a Jaume Font (PI), éste se indignó y acusó a la izquierda de «pasarse el Parlament por el forro».

Font preguntaba a la presidenta Armengol por los puntos concretos del convenio con el CSIC, por los criterios seguidos para el último pago conocido, 175.000 euros, y por el intento de trasladar su «chiringuito» (por el laboratorio) al Parc Bit con la anuencia de Més.

Sobre este asunto también había preguntado el PP a las conselleras Patricia Gómez y Catalina Cladera. Para el ‘popular’ Antoni Camps está claro que «Podemos ha intentado favorecer los intereses de Daniel Bachiller en su laboratorio y los de Alberto Jarabo en IB3».

La portavoz del PP, Margalida Prohens, se reservaba el dardo final hacia la presidenta como culminación de todas las preguntas. Empezó diciéndole que «usted y su partido están enfangados» y se preguntó, entre gestos de admiración del grupo Popular, «cuánto cuesta a los ciudadanos que una señora que no ha ganado nunca unas elecciones esté sentada en el Consolat de Mar».

Armengol salió al quite. «Dejen de ensuciar la vida política y de montar shows mediáticos», le dijo.

La presidenta defendió que el pacto de los grupos de izquierdas, pese a la crisis de Podemos, continúa avanzando en sus objetivos y que su Govern «no tiene ningún problema de estabilidad».

Armengol fue más allá: «Lo que ocurre es que se piensan que todos somos como ustedes». Y acudió al pasado: «No verá acuerdos como el apoyo mutuo de PP y UM para aprobar en el Consell de Mallorca los proyectos de Son Espases y Can Domenge, ni que un conseller sea director general de IB3 y un antiguo socio del presidente gerente de la televisión pública, como ocurrió la pasada legislatura».

Armengol se refería al caso de Borja Rupérez, socio del expresident Bauzá en una vinoteca y que llegó a la gerencia de IB3. Y añadió: «Entiendo que usted no lo entienda, y le pido que se ponga a mi lado para defender los intereses de Baleares ante el Gobierno central en vez de situarse «detrás, clavando el cuchillo como siempre».

El pleno de ayer coincidió con la difusión por parte Mallorcadiario.com de un croquis en el que a la información ya conocida sobre la vinculación de la empresa Quindrop con Jarabo se añadía que un aspirante a dirigir Podemos de Palma, y que hasta ahora formaba parte de Som Palma, Javier González Bordas, es administrador de la productora. La portavoz de Podemos, Laura Camargo, negó trascendencia o relieve político a la presencia de González. Sí destacó que la pareja de Jarabo, la periodista Marta Hierro, no es accionista de la empresa. Jarabo vendió su participación cuando entró en política. IB3 informa de los contratos de la productora: 174.687 euros en 2015 y 115.181 en 2016.