Imagen de una de las jaulas de rejilla y puerta metálica donde vivían algunos de los trabajadores rumanos en situación precaria. Foto: POLICÍA NACIONAL

El dueño del agroturismo Es Pla Nou de Manacor, que tenía presuntamente, viviendo a trabajadores en jaulas metálicas y explotados laboralmente, los captaba a través de falsas ofertas por internet.

Tal y como adelantó en primicia este medio en su edición de ayer, agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención de un ciudadano de origen rumano que explotaba laboralmente a compatriotas en un agroturismo ubicado en la carretera de Manacor a Felanitx. Según información policial, las víctimas eran captadas a través de internet con falsas ofertas de trabajo. El detenido les ofrecía mejorar las condiciones de vida mediante una oferta laboral con un salario superior al que podrían percibir en su país y, si estos aceptaban, les pagaba el traslado hasta su finca.

Los trabajadores, a su llegada a la Isla, se percataban que las condiciones eran totalmente distintas a las acordadas. El empresario no les tenía dados de alta al régimen de la Seguridad Social, realizaban hasta 13 horas de trabajo diario, sin ningún día libre a la semana, sin derecho a vacaciones y recibiendo un sueldo de 1,50 euros la hora.

Las víctimas, vivían en una situación muy precaria e incluso de insalubridad, durmiendo en un sótano de la finca que carecía de luz natural y de ventilación. Al acceder la comitiva judicial, los investigadores y secretario judicial, se percataron de que había personas que dormían en recintos cerrados con rejilla, puerta metálica y suelo de hormigón (jaula). Había colchones tirados y una gran cantidad de trastos y enseres acumulados. En ningún momento se tuvo constancia de que los denunciantes viviesen encerrados. Además, los empleados sufrían abusos verbales y psicológicos con la finalidad de tenerlos atemorizados, lo que uido a su situación sociocultural y económica baja y al aislamiento social que padecían, les empujaba a estar sometidos a la voluntad del dueño.

El empresario llegó a denunciar en falso a uno de sus empleados, acusándole de haberse apropiado de la recaudación obtenida ese día, para negarle la indemnización por un accidente laboral donde se amputó uno de los dedos de la mano. El trabajador realizó una reclamación civil por las condiciones laborales, motivo por el cual el dueño fue condenado.

Las investigaciones y detención del acusado corrieron a cargo del Grupo 1 de la UCRIF (brigada de Extranjería) y de la Policía Judicial de la comisaría de Manacor.