Cargos socialistas han hecho llegar a Podemos que aceptarían a Laura Camargo o Alberto Jarabo. Pero ni Camargo, que apostó porque su partido renunciara a presidir la Cámara, ni Jarabo quieren. La opción de Silvia Tur partió de Més per Menorca, partido que no acepta al socialista Thomás como presidente definitivo ni tampoco se fía de Podemos. Silvia Tur, que forma parte del Grupo Mixto, está al tanto de esta posibilidad. Ayer, en una conversación con este periódico, aseguró que es una opción y que no se opone a presidir la Cámara si hay acuerdo «de todos» . Asume que su imputación por un caso urbanístico plantea algún problema, pero que tiene motivos para creer que esta imputación no tiene demasiado recorrido. Los socialistas consultados por este diario también confían en que sea desimputada.
El ‘caso Punta Prima’
El caso que persigue a Tur se llama ‘Punta Prima’ y tendría que resolverse antes del 7 de febrero, que es cuando se celebrará el pleno para elegir presidente o presidenta. Tanto Tur como el equipo del Consell de Formentera entre 2007 y 2011 se enfrentan a una querella presentada por el grupo Sunway SL por la aprobación de las normas subsidiaras que anulaban un proyecto urbanizador en Formentera.
La presidenta Armengol se refirió ayer a la situación creada en el Parlament. No aludió a Tur (aunque este diario sabe que su nombre sí se ha barajado) pero sí mostró cierta incomodidad por la gestión de Podemos.
Armengol, que participó en una reunión del grupo parlamentario Socialista para preparar el curso político, dejó claro que ella no impondrá ningún nombre para la presidencia del Parlament pero añadió que Podemos «debe tomar nota» de lo que ha sucedido y «garantizar que no se volverá a repetir».
«Podemos debe tomar nota de lo que ha sucedido» y el nuevo presidente o presidenta debe «representar a todo el Parlament, un Parlament abierto a los ciudadanos y vivo», dijo.
David Abril (Més) también reclamó «garantías» a Podemos y añadió que «no sirve cualquiera para presidir el Parlament». Abril entiende que es un buen momento para revisar los acuerdos de 2015.
AL MARGEN
La Mesa del Parlament está revisando si tiene que pagar una factura menor (de menos de 3.000 euros) presentada por una compañía investigadora que realizó un rastreo en el despacho y en el coche particular (que fue desmontado en un garaje) de la expresidenta Xelo Huertas. Contrató un detective porque se sentía espiada por su partido, Podemos. La Mesa, a petición de intervención, ha pedido al detective que justifique el trabajo. La Mesa también ha revisado los billetes de un viaje, concretamente un vuelo del exjefe de gabinete de la expresidenta.
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