Una joven titulada universitaria explica su experiencia con un programa de garantía juvenil. | María del Carmen Garriga (Youtube)

María del Carmen Garriga, una joven de 26 años vecina de Palma, dice haber probado en sus propias carnes el rechazo a la juventud cualificada imperante en España, un hecho que en muchos casos acaba con los titulados universitarios haciendo las maletas y buscando construir su futuro lejos de casa.

En este caso, la chica ha grabado un vídeo, subido posteriormente a las redes sociales, en el que plasma su indignación, que es a su vez la de muchos jóvenes, incapaces de obtener el reconocimiento social y laboral acorde con su esfuerzo y aptitudes.

«Terminé mis estudios universitarios y, para variar, no encontré trabajo de lo que estudié. Así que me apunté al SOIB y me ofrecieron un programa para dar oportunidades a jóvenes titulados. Me inscribí y me dijeron que daba el perfil. Firmé todo y después de cinco fases, me enviaron un SMS que me confirmaba que estaba en la preselección», explica.

Todo parecía ir bien hasta que llegó el día. «Entro en una sala abarrotada de candidatos y me dicen que han cambiado los requisitos que yo había firmado por escrito. Después de cuatro meses no puedo presentarme a la convocatoria porque estoy cursando un curso trimestral de 50 horas, cuando la convocatoria decía explícitamente que se podían cursar 40 horas o menos al mes de formación para poder optar a una plaza».

Asegura que le pidieron que firmara su renuncia al puesto, pero se negó con una mezcla de tristeza e incredulidad. «Intentar formarse para buscar un trabajo también te imposibilita para conseguir un trabajo», lamenta en el vídeo.

«Nos están echando. Al final, tendremos que irnos de la isla para poder optar a un puesto de trabajo digno», censura.