Francesca Mas, Jaume Carot y Llorenç Huguet, durante su comparecencia. | UIB

Hace un año, en abril de 2016, la Universitat de les Illes Balears (UIB) puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos que ratificaban los rumores que la dirección de la institución educativa conocía desde 2011, con Montserrat Casas como rectora, según los cuales dos catedráticos vendían a través de la empresa Lipopharma un fármaco con el que se prometía curar el cáncer.

El vicerrector de Investigació i Postgrau, Jaume Carot, explicó este martes que la Universitat supo hace seis años que existían rumores sobre enfermos de cáncer que acudían a las instalaciones de la UIB donde se había sintetizado el principio activo del Minerval y pagaban por la medicina.

Carot, junto con el rector, Llorenç Huguet, y la presidenta del Consell Social de la UIB, Francesca Mas, aseguraron que la Universitat intentó confirmar, sin éxito, estos rumores, pues nadie quería presentar una denuncia formal con nombre y apellidos. En julio de 2015, la dirección del Servei d’Oncologia del Hospital Son Espases les transmitió la misma información y les citó a una reunión en la que un afectado iba a darles un testimonio directo. Sin embargo, esa supuesta víctima se echó atrás, por lo que el Consell de Direcció de la UIB no pudo formalizar una denuncia.

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Sí lo hizo cuando, en abril del año pasado, Francesca Mas recibió escritos firmados por los dos directores de centros de investigación (Fèlix Grasses, del Iunics, y Miquel Fiol, del Idispa), y por la jefa del Servei d’Oncologia de Son Espases, Sefa Terrasa, en los que informaban y expresaban su preocupación por la comercialización presuntamente fraudulenta del fármaco.

Carot señaló que, durante todo ese tiempo, el Consell de Direcció de la UIB mantuvo algún contacto con los implicados sobre esta cuestión y éstos negaron cualquier irregularidad. El vicerrector añadió que, de momento, no se les ha aplicado ningún correctivo, aunque «sí se tomará alguna medida disciplinaria», por lo que incluso podrían ser apartados de su labor universitaria.

El rector, Llorenç Huguet, indicó que había recibido la noticia de la detención de los dos catedráticos «con sorpresa y preocupación», y que la institución se siente perjudicada por la presunta estafa. Por ello, la UIB se personará en el procedimiento abierto por el Juzgado de Instrucción número 9 de Palma contra sus dos catedráticos y otras tres personas supuestamente involucradas también en el fraude.

Carot detalló que la empresa Lipopharma no tiene ninguna participación de la UIB, aunque es posible que los laboratorios universitarios participasen en la elaboración del fármaco Minerval. El vicerrector aseguró que «es imposible que la UIB pueda controlar la actividad de todos sus laboratorios».