El nombramiento de Maria Salom como delegada del Gobierno ya fue un primermensaje del Ejecutivo de Mariano Rajoy a Francina Armengol y una demostración de que el Ejecutivo central quería aumentar su peso político en las Islas.

El Gobierno quiere reforzar su presencia en Balears y que los ciudadanos perciban que sigue teniendo competencias clave en la Comunitat, y para conseguirlo quiere dar más perfil político a su representante en las Islas, Maria Salom. Mariano Rajoy quiere que los ciudadanos de Balears vean que las decisiones que se toman en Madrid tienen consecuencias directas para los ciudadanos de las Islas.

La intención de relanzar la presencia de la Delegación del Gobierno en las Islas tiene como consecuencia directa el impulso político de su actual delegada, Maria Salom, a quien antes de esta propuesta ya se veía con recelos desde el Consolat de Mar.

En el Govern son conscientes de que el perfil de Salom es mucho más político que el de su antecesora, Teresa Palmer, y temen que ejerza de contrapoder a Francina Armengol desde su despacho en la calle Constitución. Salom es amiga de Soraya Sáenz de Santamaría desde hace años y la vicepresidenta ha sido una de sus impulsoras políticas, pero también tiene hilo directo con el presidente Mariano Rajoy, con quien trabajó en el Congreso como portavoz adjunta del PP en la Cámara.