El Parlament aprobó ayer la prohibición de la tortura y muerte del toro en las corridas de toros pero esta medida no impedirá que la plaza de toros de Palma acoja un espectáculo taurino dentro de tres días y otro más el viernes de la próxima semana.

Los toros ‘a la balear’ no entrarán en vigor hasta que la ley no se publique en el Butlletí Oficial de les Illes Balears y, en ese momento, se da por hecho que el Gobierno presentará un recurso ante el Constitucional, lo que supondrá la suspensión de la norma. Es, al menos, lo que ayer insinuó el diputado del PP Miquel Jerez, quien calificó de «castaña legislativa» el texto aprobado por Cámara. Jerez sacó un listado de personajes históricos que han defendido la tauromaquia, pero no convenció a los representantes del Pacte, que votaron sin fisuras a favor de la ley. La defendieron con argumentos parecidos Margalida Capellà (Més), Damià Borràs (PSIB), Carlos Saura (Podemos) y Nel Martí (Més per Menorca). Todos ellos acusaron al Partido Popular de inmovilismo, lamentaron que defiendan una ley centralista que no respeta los derechos de los animales y recordaron que el Tribunal Constitucional impide que las comunidades prohíban los toros, pero les permite regular las corridas.