la espera de decidir a cuánto sube el impuesto turístico, lo que ya se sabe es que se eliminarán las excepciones a los cruceros, que pagarán todos al margen de lo que dure la estancia en un puerto de las Islas. También se reducirán los meses considerados temporada baja, periodo en el que los turistas pagan la mitad del impuesto. | Michel's

La ecotasa subirá el año que viene, pero aún no se sabe cuánto. Los partidos de izquierda han comenzado a negociar hasta dónde llegará la subida y han descartado ya por completo otra modificación tributaria de importancia: los Presupuestos de 2018 no incluirán finalmente el impuesto sobre los coches de alquiler ya que entienden que esta ‘rentatasa’ no tendrá efecto sobre el número de vehículos que circulan por las Islas.

La decisión debe tomarse de forma rápida ya que de cuánto suba la ecotasa dependerá el techo de gasto, que es el dinero real de que dispondrá el Govern para gastar el año que viene. El Ejecutivo quiere tener aprobado el techo de gasto en el Consell de Govern de la próxima semana para que el Parlament le de el visto bueno el día de este mes, aunque las negociaciones sobre la subida de la ecotasa podrían atrasar el proceso al menos una semana.

Los partidos ya saben que la ecotasa subirá, pero ahora toca decidir hasta dónde y en qué tramos: si en el tramo más bajo, para desincentiva el turismo de menor poder adquisitivo, o en el tramo más alto, que ahora paga tres euros por alojarse en habitaciones que valen 300 euros la noche.

Los cruceros

Los cruceros pagarán todos, al margen de las horas que pasen en la ciudad –ahora solo pagan si están más de 12 horas–, y el impuesto se tributará durante más meses ya que la temporada baja se acorta y los turistas pagarán el tope máximo del impuesto durante más meses.

La ley establece una rebaja del 50 por ciento en el periodo comprendido entre el 1 de noviembre de cada año y el 30 de abril del año siguiente. En el Govern ya han decidido que el mes de abril deje de ser considerado de temporada baja y a él podría sumarse también el de marzo.

Pero en la elaboración del techo de gasto, el principal problema con el que se encuentra la consellera Catalina Cladera no es la subida de la ecotasa, sino como mantener un presupuesto expansivo con las limitaciones que el impone el Gobierno central. El Govern calcula que el año que viene tendrá unos ingresos extra de 200 millones de euros gracias a la mejora económica pero no los podrá gastar en educación o sanidad, sino que los tendrá que destinar a amortizar deuda ya sea con los bancos, ya sea con el propio ministro de Hacienda. Cristóbal Montoro, a quien el Govern deberá a finales de este año 6.577 millones de euros.