Emoción ayer en la Universitat de les Illes Balears (UIB). Un día lectivo normal se transformó en una jornada muy especial. La mañana era rutinaria en el campus, pero numerosas personas del colectivo universitario ya estaban pendientes de si a las 11.45 horas saltaba la noticia. Y saltó. La Real Academia Sueca de las Ciencias había galardonado a los investigadores estadounidenses Rainer Wiess, Barry Barish y Kip Thorne con el Premio Nobel de Física 2017 por su trabajo de detección de ondas gravitacionales resultantes de la fusión de dos agujeros negros de masa estelar.

La emoción y la alegría en la UIB estaban más que justificadas. El Grup de Relativitat i Gravitació (GRG) de la UIB, liderado por la doctora Alícia Sintes, es el único grupo de investigación español que ha participado en las cuatro detecciones de ondas gravitacionales a través de la colaboración científica internacional LIGO (Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales)). La primera detección tuvo lugar el 14 de septiembre de 2015 y la cuarta y última, el pasado 14 de agosto.

Alícia Sintes se enteró de la noticia mientras daba clase como profesora del Departament de Física de la UIB. El rector, Llorenç Huguet, confesó que «cuando me he enterado, le he enviado un mensaje a Alícia Sintes porque no sabía si estaba de viaje, pero no, estaba dando clase». Posteriormente, Huguet compareció en rueda de prensa junto a Sintes y el doctor Sascha Husa, igualmente profesor de la UIB y miembro del GRG, y extendió su felicitación a todo el equipo, del que destacó la juventud de sus integrantes: «Se trata de jóvenes que se dedican a la investigación, lo que tiene mucho mérito y hay que reconocérselo y felicitarles doblemente». Sintes y Husa forman parte del Consejo Internacional de LIGO.

El rector expresó «la emoción y el orgullo de la UIB por una noticia que supone el máximo reconocimiento a un proyecto científico e investigador». Por su parte, Alícia Sintes, que es una de las codirectoras de los cuatro grandes grupos en que se divide el LIGO, señaló que sentía «mucha satisfacción por el reconocimiento a un hito de la ciencia en el siglo XXI. Ahora toca continuar con los descubrimientos y seguir revolucionando la ciencia. Desde aquí quiero dar mi enhorabuena a los que son en realidad los tres galadornados, Wiess, Barish y Thorne, y agradecer a la UIB su apoyo durante todos estos años».

En el ámbito científico, la detección de las ondas gravitacionales ha marcado una nueva era de la astronomía gracias al trabajo conjunto de físicos teóricos y experimentales. El proyecto LIGO ha permitido determinar que los agujeros negros de las cuatro detecciones se sitúan, respectivamente, a 1.300, 1.400, 3.000 y 1.800 millones de años luz. El grupo de investigación de la UIB contribuye de manera relevante a la identificación y determinación del perfil-patrón de la señal de las ondas detectadas, y al análisis de los datos. Según Sintes, «el estudio y análisis de los datos nos puede llevar a conocer qué ocurrió instantes después del Big Bang». La detección de ondas gravitacionales son pruebas de la relatividad general determinada por Albert Einstein hace un siglo y demuestran que éstas no se dispersan en la propagación desde su fuente hasta la Tierra. En el proyecto LIGO participan 1.200 científicos de todo el mundo.

Tanto Llorenç Huguet como Alícia Sintes indicaron que «esta noticia sirva para conseguir una mayor apuesta por la investigación y la ciencia». La doctora destacó que «al menos, ahora hay más alumnos de 1º de Física, y más mujeres». Huguet explicó que había recibido la felicitación de otros rectores de universidades españolas y subrayó que la noticia «confirma a la UIB como un lugar privilegiado para la investigación, lo que nos puede situar en un lugar más alto en los ránquings universitarios».