Las prestaciones por maternidad en Baleares han descendido un 4,10 por ciento de enero a septiembre en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio Empleo y Seguridad Social.

En total, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha gestionado 5.195 prestaciones económicas por maternidad hasta septiembre en Baleares. Del conjunto de prestaciones reconocidas, la mayor parte, 5.114, corresponden a permisos disfrutados por la madre y 81 a permisos (de maternidad) disfrutados por el padre.

Ello supuso un gasto de 29 millones de euros, un 1,15 por ciento menos que en 2016.

Asimismo, en Baleares se dieron de alta 1.098 excedencias por cuidado familiar, de las cuales la mayoría (965) corresponden a mujeres, mientras que sólo 133 fueron hombres. El conjunto supone un 11,25 por ciento más de excedencias.

Finalmente, en cuanto a las prestaciones por paternidad, han aumentado un 9,14 por ciento de enero a septiembre, con 4.634 procesos. Ello supuso un gasto de 6 millones de euros, un 97,51 por ciento más.

El delegado del Foro de la Familia de Baleares (FFB), Agustín Buades, considera «muy positivo» el aumento en las prestaciones de paternidad si bien ha apuntado que «sigue siendo un periodo muy corto». Por ello, ha pedido ampliar el permiso vigente estableciendo una duración por un periodo no menor a un año en el que la empresa quede eximida de la correspondiente cotización a la Seguridad Social».

Buades ha recalcado que en España «existe un problema demográfico serio». «El cambio demográfico es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos. Entre sus factores se encuentran el envejecimiento de la población, la disminución del número de jóvenes y una tasa de natalidad inferior, por tanto, es urgente que se introduzcan políticas de apoyo a la natalidad, que ayuden a los jóvenes para que estos puedan tener más hijos si lo desean», ha señalado.

Además, FFB ha propuesto la creación y dotación anual en los Presupuestos Generales del Estado de una prestación universal por hijo a cargo con una cuantía similar a la de otros países de la UE de equivalente renta per cápita.

Esta prestación sería creciente a partir del tercer hijo y se actualizaría anualmente. Serían beneficiarias «todas las familias, sea cual sea su situación, y mientras los hijos sean menores de edad o hasta que cumplan los 25 años si previamente no tienen un trabajo retribuido o están estudiando».

«En muchos países europeos, sin necesidad de haber pasado por un invierno demográfico al que parece que nos estamos acercando, cuentan con políticas de apoyo a la natalidad ya que son conscientes de que ayudando a las familias se ayuda al país. Esa es la mentalidad que deben asumir nuestros políticos. La familia es un valor seguro pues es la base sobre la que se sostiene la sociedad», ha concluido Buades.