Cualquier trabajador que haga funciones de camarero se debe regir por el convenio colectivo de hostelería. | Redacción Local

El próximo año habrá una campaña de inspección laboral específica para vigilar los hornos, panaderías y similares que ejercen actividades propias de bares y cuyos trabajadores se rigen por el convenio colectivo de panaderías y no por el de hostelería. Se trata de una reivindicación histórica de patronal y sindicatos del sector de la restauración que hace años que denuncian la proliferación de este tipo de negocios y que la Administración inspeccionará a partir del próximo ejercicio. Así lo indicó ayer el conseller de Treball, Iago Negueruela, quien firmó un documento junto a patronal y sindicatos de restauración para la mejora de la calidad en el empleo y la lucha contra la competencia desleal.

Por primera vez se establecerán campañas específicas dentro de la planificación ordinaria de Inspección de Trabajo cuyo objetivo será vigilar a los empresarios que no aplican el convenio de hostelería a sus empleados pese a que desarrollan actividades propias del sector. «Se trata de una práctica que se ha incrementado de forma considerable en los últimos años», manifestó el presidente de la Asociación de Restauración, Alfonso Robledo, quien indicó que cualquier establecimiento que tenga servicio de bar debe aplicar el convenio de hostelería.

La principal diferencia radica en el salario que cobra el empleado, de hasta 500 euros de media mensuales menos. «Llega a suponer hasta 6.000 euros al año que se ahorra el empresario y que supone una competencia desleal para nosotros», criticó Robledo, quien lamentó que no pueden competir en precios con este tipo de establecimientos.

Por su parte, los responsables de UGT y CCOO en hostelería, Antonio Copete y Silvia Montejano, respectivamente, valoraron de forma positiva este acuerdo y esta campaña de inspección ya que estos trabajadores «cobran menos de lo que corresponde por su trabajo».

Además, las tres partes acordaron incrementar su compromiso por la seguridad y la salud laboral, con el objetivo de reducir la siniestralidad en el trabajo a través de la mejora de las condiciones de seguridad y salud de las empresas. Otro aspecto que contempla el acuerdo es en materia de formación y que pasa por la calidad del sector y garantiza que el número creciente de trabajadores que pide el sector cuente con las competencias adecuadas. En este punto la Conselleria se comprometió a impulsar una serie de medidas destinadas a la formación de trabajadores del sector de la restauración, tanto en paro como en activo, para mejorar sus competencias.