Maria Llompart, Alejandro Texías, Baltasar Picornell, Francina Armengol, Carles Manera, Carmen Planas y Josep Valero, en la presentación de la Memoria del CES de 2017. | M. À. Cañellas

Baleares se sitúa a la cola de España en el ránking de crecimiento de la riqueza de sus habitantes. Así se desprende de la memoria de 2017 del Consell Econòmic i Social (CES) que presentó este viernes su presidente, Carles Manera, y que es la primera que se publica desde que el Govern ha recuperado el organismo que el Ejecutivo de Bauzá decidió suprimir en la pasada legislatura. En concreto, la renta per cápita de las Islas aumentó un 1,2 % el pasado año, por debajo de la media española (2,8 %).

No es la primera vez que las Islas se sitúan en las últimas posiciones en lo que a reparto de la riqueza se refiere, según destacó Manera, que indicó que se debe a un hecho estructural del modelo de crecimiento balear y que, en su opinión, «se deben repensar de forma seria».

Sobre esta cuestión, detalló que el crecimiento de la economía «está contrarrestado por la gran cantidad de población llegada a las Islas». Este menor crecimiento también está relacionado con la productividad del trabajo, que tuvo un crecimiento nulo en el período de recuperación económica (2014-2017).

En cuanto a la renta per cápita en términos absolutos, Manera recordó que «en los 80 Baleares encabezaba el ránking», aunque desde entonces ha perdido posiciones. En 2017 se situó en 25.772 euros por habitante, justo por encima de la media estatal de 24.999 euros, y en séptima posición entre las comunidades.

Respecto de la recuperación económica, la memoria del CES destaca el crecimiento de la construcción, «aún a una velocidad muy inferior a la etapa precrisis», y en turismo. Sobre este sector, Manera subrayó que Baleares es la comunidad turística de ‘sol y playa’ que más ha avanzado en la desestacionalización, ya que el incremento de turistas en las temporadas media y baja de 2016-2017 fue del 0,61 % en comparación con un año antes, por encima de la media estatal, que se situó en el 0,16 %.

Por contra, el CES señala como ‘talón de Aquiles’ de Baleares la innovación. Las empresas de actividades innovadoras han pasado de ser 523 en 2010 a 181 en 2016, una caída «explicable a causa de la crisis», según Manera, quien urgió a política de innovación «más agresiva por parte de las administraciones públicas y del sector privado». Sin embargo, Manera llamó la atención sobre el hecho de que en las Islas «hay mucha innovación que no aflora en las estadísticas oficiales, como la innovación hotelera». El director de la memoria, Ferran Navinés, apuntó si se tuviera en cuenta la innovación real en los índices de competitividad europeos, Balears se situaría en la media y no en los últimos puestos.