Imagen de archivo de una intervención quirúrgica en una clínica de Palma. | Alejandro Sepúlveda

Un neurocirujano afronta una condena de dos años de cárcel por la muerte de una paciente, en 2015, en Palma. La Fiscalía reclama una indemnización de 169.000 euros para los familiares de la fallecida. El acusado, de 47 años de edad, será juzgado próximamente por un delito de homicidio por imprudencia grave.

Los hechos se remontan a la mañana del 9 de enero. La mujer, de 61 años, acudió a una clínica de Palma para ser sometida a una intervención quirúrgica de hernia discal en las lumbares. La operación consistía en la retirada del disco herniado y la sustitución por un implante metálico en forma de ‘U’ en una de las vértebras.

El ministerio público recoge en su escrito de acusación que el doctor, «a consecuencia de una mala praxis, seccionó los vasos ilíacos derechos al invadir el espacio retroperitoneal mediante el instrumental utilizado». Esto produjo «un desgarro de la arteria ilíaca derecha común en un 60 por ciento del perímetro y una intensa hemorragia retroperitoneal masiva debiendo ser reintervenida de forma inmediata».

La mujer falleció pocos días después de ingresar en quirófano. El 15 de enero murió a raíz de un fallo final «multiorgánico», consecuencia directa de la intensa hemorragia que conllevó a un shock hipovolémico mortal.

La víctima estaba casada y tenía dos hijos, de 37 y 28 años. La Fiscalía también solicita que el procesado y una compañía aseguradora, como responsable civil subsidiaria, indemnicen al marido de la fallecida con 120.000 euros, a su hijo mayor con 12.000, al menor con 25.000 y a su madre con 12.000. El juicio tendrá lugar en un juzgado de lo Penal de Palma.