Las navieras van a tener que reestructurar sus previsiones de superficie para mercancías en los buques que operan entre la Península y Balears. | S. Amengual

La Asociación de Empresarios de Distribución de Alimentos, Bebidas y Limpieza, que preside Bartomeu Servera, constata un descenso de pedidos por parte de las empresas de las Islas de cara a la temporada turística de este año, circunstancia que ha provocado la alarma en un sector el pasado año facturó más 1.300 millones de euros.

Servera puntualiza que desde enero «registramos un descenso de la actividad, lo que ha generado la lógica alarma en un sector como el nuestro que depende muy directamente de cómo evolucione la industria turística. La previsión es que esta coyuntura no va a cambiar y esta tendencia proseguirá hasta mediados de abril, que es cuando tendrá lugar la Semana Santa».

La demanda de productos procedentes de la Península no remonta y en comparación con enero febrero del pasado año, añade, «se registra de media una caída de compras y ventas de un 3 %. Si este porcentaje sigue al alza nos podemos encontrar con un serio problema en cuanto a viabilidad».

Pymes

Las pequeñas y medianas empresas englobadas en la PIMEM ya están actuando en consecuencia ante la caída de los mercados emisores alemán y británico para este verano.

Jaime Mora, presidente de PIMEM, afirma que «hay en estos momentos una ralentización de pedidos por parte de las empresas ante los vaticinios que la temporada turística será inferior respeto a 2018. Además, la tendencia es que los hoteleros van a retrasar al máximo la apertura de sus establecimientos por falta de demanda turística».

El presidente de las empresas de distribución indica que la planificación de las empresas de distribución se tiene que hacer con antelación para evitar luego problemas de desabastecimiento, «de ahí que preocupa los niveles de pedidos porque no hay optimismo empresarial y esta circunstancia afecta negativamente».

Una cuestión que analizan todas las patronales turísticas es cuál será el comportamiento de los hoteleros para recuperar la cuota de mercado que les está quitando Turquía, Egipto y Túnez.

«Los precios de mercado los marca la competencia, pero cuanto mayor sea el descenso de reservas las repercusiones en las empresas distribuidoras serán más importantes. La única solución, si cabe, es que los hoteleros entren en una dinámica de descuentos para cambiar esta tendencia, pero esta es una decisión empresarial», apunta Servera.