El primer trimestre del 2019 deja un balance desolador en cuanto a abuso sexual infantil: un total de 111 menores han sufrido algún tipo de agresión, el 80 por ciento por parte de alguien de su entorno más cercano.

Estos son solo algunos de los datos que maneja la Fundación Rana, que ayer presentó el circuito de atención a víctimas de abuso sexual, al que acudieron casi 100 profesionales. Fundación Rana también hizo el balance de los 10 años de creación del protocolo de actuación para los casos de abuso sexual infantil.

Así, desde 2010, se ha atendido a 427 menores, siendo un 75 por ciento niñas. Según Samanta López, técnica de la UVASI –Unidad de Valoración de Abuso Sexual del IMAS–, la tendencia es al alza, «lo que no significa que haya más casos, sino que la sociedad está más alerta y los protocolos ayudan a una detección más eficaz y temprana. Se ha perdido el miedo a notificar».