A lo largo del Malecón de La Habana se encuentran algunos hoteles mallorquines, entre ellos el Meliá Cohiba y el Habana Riviera by Iberostar, y en el centro de la ciudad resalta el emblemático Tryp Habana Libre. Todos ellos son en gestión. | Ernesto Mastrascusa

El pasado 2 de mayo la Administración americana que preside Donald Trump activó el Título III de la Ley Helms-Burton contra Cuba, y con él las demandas de los herederos de exiliados cubanos en Estados Unidos afectados en su día por las expropiaciones de solares e inmuebles que llevó a cabo la Revolución a principios de los años 60.

Los despachos de abogados de Miami y Washington ya han comenzado a tramitar demandas contra empresas multinacionales, principalmente hoteleras, que operan en terrenos y edificios nacionalizados por el régimen castrista en las principales zonas turísticas de Cuba y, en concreto, en La Habana.

La reacción de las empresas españolas no se ha hecho esperar, de ahí que cadenas hoteleras mallorquinas van a acelerar los contactos iniciados en los últimos años para llegar a acuerdos para evitar los problemas que se van a derivar a partir de ahora con la apertura de demandas.

«Ya se han cerrado acuerdos y plasmado las oportunas indemnizaciones que pedían los herederos de los terrenos expropiados en Cuba, pero también es cierto que ahora las pretensiones económicas que piden algunos de ellos han impedido cerrar más operaciones. Serán los tribunales internacionales los que tengan que decir al respecto», indican asesores de las cadenas hoteleras mallorquinas.

En estos momentos operan en los cayos y en las zonas turísticas de Cuba las cadenas Meliá, Iberostar, Barceló, Be Live (Globalia), Blau, Valentín y Roc.

El principal problema, a parte del económico, es el endurecimiento de Washington con Cuba, que en caso de ir más, puede provocar la amenaza de sanciones a las empresas españolas con intereses en Cuba. Ya sucedió un hecho similar hace años y Bruselas siempre se puso del lado de los intereses de España y de resto de países de la Unión Europea.

La ley Helms-Burton también afecta muy directamente a todos los proyectos residenciales con capital extranjero que se han estado plasmando desde 2015 con el Gobierno cubano en Varadero y resto de enclaves vacacionales.

La pugna política de Donald Trump contra La Habana ha hecho mover ficha al Gobierno que preside Pedro Sánchez.

La ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, viaja este fin de semana La Habana para participar en feria turística Fitcuba.

Maroto visitará hoteles que gestionan empresas mallorquinas, entre ellas Meliá, Iberostar y Roc, pero al mismo tiempo mantendrá reuniones con miembros del Gobierno cubano, entre ellos el ministro de Turismo, Manuel Marrero, y con el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

El martes, la ministra acudirá a la inauguración de la feria en el recinto ferial Morro-Cabañas, en el que habrá una amplia representación de empresarios mallorquines de todos los sectores turísticos.