Los clubes náuticos de Balears, según la patronal APEAM, han apostado más por potenciar los amarres para sus socios que incrementarlos para la náutica recreativa. | ARCHIVO

El elevado precio de los amarres , la competencia directa de Turquía, Grecia y Croacia, y el incremento del coste de los billetes de avión para venir a Mallorca, ha hecho caer en torno a un 10 % la actividad en el sector chárter náutico balear.

El presidente de la comisión de chárter de la Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas de Balears (APEAM), José María Jiménez, puntualiza que estos imponderables «están afectando negativamente a las 80 empresas que nos dedicamos a este sector en lo que va de año».

La falta de amarres baratos, en su opinión, «es una barrera insalvable, más aún cuando el coste de 15 de días de un amarre en Mallorca supone la cuota anual que se paga en Croacia. Estamos fuera de mercado, principalmente porque su precio no para de subir y la oferta no cubre la demanda actual. Todo esto beneficia a nuestros competidores».

Demanda
En estos momentos el número de amarres asignados en los clubes náuticos de las Islas es de 230 «cifra totalmente insuficiente para atender toda la demanda extranjera».

El pasado me de mayo fue uno de los peores en la última década en cuanto a actividad en Mallorca. «Desde 2016 estamos en una tendencia negativa y solo queda esperar cómo se comporta el chárter en julio y agosto, que a priori están flojos».

Desde APEAM puntualizan que Grecia, Turquía y Croacia «se han puesto las pilas y nos están quitando cuota de mercado, lo que implica un menor volumen de negocio y gasto de un sector que tiene un poder adquisitivo más elevado que otros sectores turísticos. «El gasto diario por persona está estipulado en 180 euros, un 12 % superior al del golf», puntualiza Jiménez.

Un factor que ha repercutido muy negativamente en los dos últimos año es el progresivo encarecimiento de los precios de los billetes de avión para venir desde Alemania o el Reino Unido a la Isla, circunstancia que obliga a cancelar reservas e irse a destinos más asequibles.

En la Bahía de Palma el número de turistas de este sector supera los 50.000 entre abril y octubre, y «el impacto económico en todos los sectores productivos de la Isla es enorme, principalmente en restauración», asegura.

Jiménez exige, asimismo, un trato especial de los clubes náuticos a los residentes tal y como sucede en Canarias: «Los descuentos propician en el archipiélago canario una mayor actividad del alquiler náutico, lo que beneficia a los propios clubes en los meses de temporada baja y a todos los sectores productivos».