Ahora es posible hospedarse en barcos, caravanas y tiendas de campaña en Mallorca.

La oferta para alojarse durante las vacaciones en Mallorca es muy amplia y ya va más allá de hoteles, apartamentos y casas. Ahora es posible hospedarse en barcos, caravanas y tiendas de campaña. Si bien no es ilegal alojarse en ninguno de estos lugares siempre que estén ubicados en zonas aptas para ello, lo que sí está al margen de la legalidad es que estos alojamientos se comercialicen como alquiler turístico a través de la plataforma Airbnb.

Este portal posibilita el alquiler por días en estos alojamientos en Mallorca que se publicitan sin el correspondiente número de licencia, tal y como obliga la normativa autonómica. En cualquier caso, se trata de modalidades que jamás obtendrían la autorización de Turisme ya que la ley establece una serie de requisitos para que una vivienda pueda destinarse al alquiler vacacional, al margen de que esté ubicada en una zona donde la actividad esté permitida.

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Dormir en una tienda de campaña, ubicada en un enclave cerca del aeropuerto de Palma, tiene un coste de 26 euros la noche. Según la descripción que se ofrece en Airbnb, cuenta con capacidad para dos personas y baño compartido. Los comentarios de las personas que han escogido este alojamiento son muy favorables.

Otra posibilidad de alojamiento que también se ofrece en Airbnb es una caravana, que, según las descripciones que aparecen en la página, no parece que en todos los casos sea para desplazarse por Mallorca y todas están ubicadas en alguna parcela privada. Se trata de alojamientos que se ‘venden’ como experiencias para estar en contacto con la naturaleza y que sus usuarios valoran de forma favorable. Su precio varía en función de la caravana y las hay por 45 euros la noche. La disponibilidad es muy limitada y algunas están ocupadas hasta finales de septiembre. Ocurre lo mismo con los barcos, que se ofrecen únicamente como alojamiento, algo que no es nuevo de este verano.

Cabe recordar que Turismo ya impuso una multa de 300.000 euros a Airbnb por comercializar alquileres turísticos sin la correspondiente licencia, que todavía no ha pagado, por lo que se inició un proceso de embargo. No es la única, ya que abrió un segundo expediente sancionador.