Fina Santiago, ayer, en declaraciones a la prensa.

«Tenemos un compromiso político claro. Teníamos preparado todo el dispositivo [ante el anuncio de que el barco humanitario Open Arms desembarcaría en el puerto de Palma]. Hemos demostrado que, aún siendo una comunidad pequeña, tenemos capacidad para actuar». La consellera de Afers Socials, Fina Santiago, explicó que durante la jornada del martes, cuando el Gobierno de España activó el dispositivo de acogida para los inmigrantes rescatados por la ONG, Balears demostró que estuvo a la altura.

Santiago confirmó que, horas después de conocer la orden del fiscal italiano, Luigi Patronaggio, de desembarcar a los inmigrantes en Lampedusa, la Delegación del Gobierno en Balears desactivó el mecanismo.

La Comisión Europea informó ayer de que España, Francia, Alemania, Luxemburgo y Portugal refugiarán a los más de ochenta inmigrantes procedentes del Open Arms. Queda por confirmar si España se hará cargo de 15 personas que, en cualquier caso, ya no pasarían por Palma donde los dos albergues para refugiados están a día de hoy al cien por cien de su capacidad.

La consellera de Afers Socials destacó también el precedente que supuso la decisión del fiscal italiano de ordenar el desembarco de la nave con carácter inmediato, ya que viene a decir que los barcos con necesidad humanitaria «deben atracar en los puertos seguros más cercanos», explicó, y puso el foco de atención en el Ocean Viking, que lleva 13 días esperando poder atracar con 365 inmigrantes a bordo. «Italia debe saber que no se puede desentender de las directrices marcadas por la Unión Europea o la ONU», añadió. En este aspecto, Santiago reiteró que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «ha perdido una oportunidad única para liderar una solución frente al reto de la inmigración en Europa», algo que, ha dicho, no harán los gobiernos de Italia o Grecia pero sí se espera de un ejecutivo de izquierdas.

La Plataforma Les Balears Acollim, que ayer se reunió con la consellera y la presidenta del Govern, Francina Armengol, se sumó a la crítica del Gobierno del Estado por «la actitud laxa» del presidente a la hora de tomar una decisión humanitaria. «Hemos instado al Govern a que promueva, en la medida de sus posibilidades, una nueva política de asilo y refugio más acorde con la idea de lo que tiene que ser Europa», aseguró Eva Cerdeiriña, una de las portavoces.

El PP critica el «postuero»

El presidente del PP en Balears, Biel Company, pidió por su parte que no se haga «política de postureo ni oportunismo» con la crisis migratoria, y se sumó a insistir en la necesidad de que Europa defina una política única en esta materia.

Por otra parte, Biel Company recriminó a la presidenta Armengol el no haber informado a los representantes de los diferentes partidos sobre las intenciones del Govern para recibir el Open Arms «porque en un tema como éste, deberían participar todas las fuerzas políticas».