La información sobre nuestros fondos marinos es muy completa hasta los 50 metros de profundidad, pero más allá presenta importantes deficiencias, incluso vacíos totales. | MARILLES-SHNB-OBSAM

Hasta 700 metros de profundidad, el Mar Balear sólo está cartografiado en un 22 %, un total de 19.464 kilómetros cuadrados. Hasta 200 metros, está cartografiado en un 40 %, con 10.799 kilómetros cuadrados.

Ésta es una de las conclusiones de la unificación de la cartografía marina de Baleares, realizada, con financiación de la Fundació Marilles, por la Societat d’Història Natural de Balears (SHNB) y el Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam).

La unificación fue presentada este martes por Aniol Esteban (Marilles), Laura del Valle (SHNB) y Eva Marsinyach (Obsam).

Si bien en una profundidad de entre 1 y 50 metros y sobre el Canal de Menorca hay bastante información, más allá de estos niveles el conocimiento de nuestro medio marino es más bien escaso. No sólo eso. Del 22 % cartografiado, hay información sobre el estado de conservación en un 57 %.

El objetivo de este proyecto es, según Esteban, «conseguir por primera vez una unificación de información que será pública y facilitará la gestión de hábitats y especies del Mar Balear, así como la planificación del espacio marino».

Como se ha apuntado, el 57 % de la superficie cartografiada tiene un estado de conservación conocido, pero, de esta extensión, sólo un 17 % presenta un estado favorable. En determinadas zonas, como en la costa de Tramuntana, resulta sorprendente que el conocimiento de los fondos marinos es mínimo, casi residual.

De esta manera, el estudio pone de relieve los vacíos de información e identifica zonas prioritarias para invertir más esfuerzos en cartografía y evaluación del estado ambiental.

La nueva cartografía describe 55 hábitats, con una superficie de 4.395 kilómetros cuadrados de lecho marino. Este dato supone la casi totalidad de los fondos litorales que oscilan entre 0 y 50 metros de profundidad, llegando a los 100 metros en el Canal de Mallorca y a los 400 en el Canal de Menorca. Según Enrique Ballesteros, del Centre d’Estudis Avançats de Blanes, en Baleares habría 240 hábitats marinos.

Respecto al estado de conservación, destaca el nivel desfavorable-malo detectado en las bahías de Alcúdia y Pollença. Laura del Valle atribuyó esta situación «a la presión antrópica, con afectaciones sobre la posidonia, en buena parte atribuibles a la navegación. Es Trenc, en Mallorca, y la bahía de Fornells, en Menorca, aunque no toda, también presentan estados de conservación desfavorables. En Ibiza, el estado más desfavorable se sitúa frente a la playa de Illetes».

En cualquier caso, Aniol Esteban destacó que «el Mar Balear es uno de los espacios marinos mejor conservados de todo el Mediterráneo, pero hay que reconocer que en los últimos 30 años está sufriendo presiones muy fuertes por la pesca profesional y recreativa, el sector náutico, el vertido de aguas residuales sin depurar o con una depuración deficiente, la irrupción masiva de plásticos y la propia presión demográfica en la costa».

Para Eva Marsinyach, «la cartografía unificada es una herramienta muy útil para la gestión del medio marino y para la zonificación y ordenación de las actividades que se desarrollan en el mar».