La consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez (derecha), seguirá la misma política fiscal que su antecesora, Catalina Cladera: se mantendrá la subida de la ecotasa y el resto de medidas tributarias aprobadas en la pasada legislatura. | Jaume Morey

Los Presupuestos del Govern para el año que viene no incluirán ninguna previsión de ingresos gracias a nuevos impuestos verdes, uno de los compromisos recogidos en los Acords de Bellver, que por el momento deberán esperar para ver la luz. Los partidos del Pacte ya tienen prácticamente cerrada la negociación presupuestaria sobre la que este año no ha habido gran discusión, según confirman fuentes diversas fuentes del Pacte.

La intención es que el proyecto de ley pueda aprobarse en el Consell de Govern de la próxima semana, pero aún quedan flecos de última hora que pueden retrasar unos días el visto bueno del Govern. Las circunstancias en las que se han elaborado las cuentas este año son muy singulares ya que la mayor parte del capítulo de ingresos, el correspondiente a la financiación autonómica, no son más que estimaciones a la espera de que se confirmen en los Presupuestos del Estado.

En cualquier caso, ya se sabe que apenas habrá modificaciones tributarias y ninguna de ellas será de calado. La ecotasa, por ejemplo, se mantendrá igual que en estos momentos, pese a que algunas voces de sectores económicos abogan por una rebaja a la vista de una posible contención económica.

Una de las partidas más llamativas en las cuentas del año que viene será la del nuevo endeudamiento. El Govern deberá endeudarse en más de 1.500 millones el año que viene para poder pagar todas las amortizaciones que le toca pagar ese año. La cifra se mantenía estos años en unos 1.000 millones, pero en 2020 se dispara como consecuencia de que toca pagar emisión de deuda extraordinaria de años precedentes.

Esos 1.500 millones se sumarán a los 4.383 millones de techo de gasto, que es el dinero que verdaderamente podrá gastar el Ejecutivo, por lo que las cuentas del Ejecutivo para el año que viene rondarán los 5.900 millones de euros, una cifra récord en la historia de la Comunitat.

Pese a la apariencia, la realidad es que el Govern dispondrá de 50 millones menos que este año. Las previsiones del Ejecutivo son prudentes, como ha señalado la consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez, en numerosas ocasiones, por lo que su departamento ha optado por recortar con respecto al año anterior. El recorte no afectará a las llamadas ‘conselleries sociales’, es decir, Salut, Educació y Afers Socials, que en principio mantendrán el Presupuesto de este año o incluso lo aumentarán ligeramente.

En el apartado de ingresos hay un ajuste en los tributos propios que gestiona la Comunitat y un descenso cercano al 10 por ciento en la previsión de recaudación del impuesto de transmisiones patrimoniales. Lo que también se sabe seguro es que en las cuentas no hay ni una previsión de ingresos procedente del REB, pese a que el Congreso lo aprobó en abril.