Mejorar la dieta y la actividad física y estrategias para afrontar el estrés y el dolor crónico centrarán el primer programa preventivo de promoción de salud para las camareras de piso. | Teresa Ayuga

Más de la mitad de las camareras de piso que participaron en este estudio en 2018 tomaba analgésicos aunque sólo un 18,8 % los tuvieran prescritos por un médico de cabecera.

Además, el 13,3 % de las encuestadas confesó tomar psicotrópicos de cualquier tipo, es decir, sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso central y que van desde antidepresivos a ansiolíticos o narcóticos. Y es que según el proyecto Cambreres de pis i salut que este miércoles presentó el Govern, entre un 55 y un 70 % de estas profesionales tiene dolor a menudo o de forma crónica en la región lumbar, las muñecas y las manos.

Se trata del estudio más completo hecho hasta ahora sobre este sector y quiere ser la base de un programa de intervención preventiva para mejorar su estado físico y mental. Se ha encuestado a 1.043 camareras de piso de las alrededor de 30.000 que se estima que trabajan en Baleares.

Con los resultados que arroja el estudio, en el que se descubre que un 25 % del colectivo tuvo al menos una baja laboral durante el año pasado, se pondrá en marcha un programa piloto en enero de 2020 en más de treinta centros de salud para trabajar estrategias con las que afrontar el dolor crónico y el estrés.

Las entrevistadas tenían una edad media de 43,3 años y trabajaron como camareras de piso una media de 10,7 años. Cada día hacían unas 18,1 habitaciones y 44,6 camas.

«Hemos tenido algún caso que llegaba a las 60 camas diarias pero la mayoría de los valores no eran tan altos», explicó el responsable de la investigación, Joan Llobera.

Según el conseller de Treball, Iago Negueruela, la carga laboral de este colectivo debe conocerse en el contexto del establecimiento donde trabaja y actualmente «hay poco trabajo científico al respecto y falta por determinar la carga máxima diaria de cada hotel».

En este sentido Negueruela reconoció que «deben mejorarse las evaluaciones de riesgo» y aseguró que «queda mucho camino por recorrer en el bienestar del sector».

De momento, aseguró que una de las peticiones de las camareras de piso como es la jubilación anticipada se abordará en el Pacto de Toledo en forma de coeficientes reductores.