La doctora Carmen Jiménez, en Son Espases | Jaume Morey

Prevenir un ictus es esencial para que deje de ser el principal motivo de mortalidad entre las mujeres y el segundo en la mortalidad global. Sin embargo, es igual de importante tomar precauciones ante un segundo infarto cerebral. Hoy, en el Día Mundial de esta afección, el lema de este año recuerda que uno de cada cuatro pacientes puede volver a padecerlo.

Las personas con arritmias, diabéticos e hipertensos deben ir con especial cuidado. Además el consumo de drogas y tabaco, el sedentarismo y la obesidad multiplica las posibilidades de padecerlo. Para prevenir «sirven los mismos consejos que para el cáncer o para proteger al corazón», explica la doctora Carmen Jiménez, del Servicio de Neurología del Hospital Son Espases y Coordinadora autonómica de la Estrategia de Ictus de Balears.

A pesar de que se dan unos 2.500 casos al año también hay dos cifras que invitan al optimismo. Por un lado la mortalidad va bajando mientras la población sube. Por el otro, «tenemos la impresión de que aumenta la incidencia en la gente joven pero en realidad es que se diagnostica cada vez mejor, aunque quede margen de mejora». añade Jiménez. Y es que sólo en Son Espases entre los años 2018 y 2019 hubo 1.300 pacientes ingresados por ictus, 71 menores de 45 años. «La evolución es similar en años anteriores».

En los casos de ictus lo esencial es actuar con rapidez, de ahí la importancia de conocer los síntomas y de llegar cuanto antes al mejor centro sanitario cercano, con esta finalidad se puso en marcha el código ictus, en 2004.