Parte de las sustancias incautadas por los cuerpos policiales..

Duro golpe policial a la distribución de hachís y marihuana a gran escala en Mallorca. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Policía Local de Palma, han logrado desarticular una banda de narcotraficantes acusada de distribuir droga a gran escala en la Isla.

El dispositivo, enmarcado en la ‘operación Palmera’, se inició el pasado viernes con seis registros domiciliarios y tres arrestados. Los arrestados son dos ciudadanos de nacionalidad española y un marroquí, todos ellos se enfrenta a una acusación como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas.

Los agentes practicaron seis registros en locales y viviendas ubicados en los municipios de Palma, Biniali, Sencelles y Marratxí. Durante el transcurso del dispositivo se incautaron cerca de 100 kilos de hachís y más de 200 kilos de marihuana neta, es decir, pesada una vez cortada y eliminada las ramas y tierra. También se localizaron una importante cantidad de útiles para el cultivo, manipulación y distribución, además de dinero en efectivo. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas.

Según fuentes próximas a la investigación a las que ha tenido acceso Ultima Hora los ahora detenidos formaban parte de una de las principales redes de narcotraficantes que operan en la Isla. Los integrantes de este grupo criminal organizado ya se habían hecho con el poder absoluto del monopolio de la distribución y venta de este tipo de sustancias en Mallorca utilizando para ello nuevas técnicas y métodos para tratar de eludir la presencia policial. Su principal mercado estaba instalado en la capital balear, pero tampoco renunciaban a la part forana donde también disponían de varios locales y puntos de venta. Una de la particularidades de la operación fue cuando los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional entraron en una finca de Biniali donde hallaron gran parte de la droga.

En ese instante, los policías detectaron que en el suelo había restos de embalaje completamente idénticos a los intervenidos con droga. De los restos de los paquetes de desprende que los narcotraficantes ya habían conseguido distribuir cantidades de droga superiores a más de 300 kilos.