Una joven mirando ofertas de alquiler.

Las personas jóvenes de Baleares son las que tienen que hacer el mayor esfuerzo económico del Estado para costearse una vivienda, tanto de compra como de alquiler. Esta tendencia no es nueva si no que se mantiene desde hace años, y, además, ha evolucionado al alza. En los últimos seis años, el porcentaje del sueldo que deben destinar al alquiler los menores de 29 años para vivir solos se ha más que duplicado.

En el segundo semestre del año 2013, cuando el contexto económico era peor, una persona de menos de 29 años debía dedicar el 53 % de su salario al pago del alquiler. En el mismo período de este año el porcentaje es del 123,6 %. Así se desprende del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España correspondiente al primer semestre de 2019 y que fija en el 30 % del sueldo el umbral máximo de endeudamiento tolerable. Un límite que queda muy lejos para los jóvenes de las Islas y que se supera en todas las comunidades, como se aprecia en el gráfico adjunto.

En el caso de las personas de entre 20 y 34 años, el esfuerzo es menor, de casi el 90 % del sueldo, aunque también es el más alto del Estado. Esto se debe a que los precios de la vivienda de Balears están entre los más elevados de España, mientras que los salarios se sitúan por debajo de la media.

Compra

Si se opta por comprar en lugar de alquilar, el esfuerzo económico es menor y un joven de hasta 29 años se ve obligado a destinar el 91,8 % de su sueldo a pagar la cuota hipotecaria. En el segundo semestre de 2013 este porcentaje era del 75,5 %, por lo que el incremento registrado en el caso de optar por adquirir una vivienda ha sido menor que el del alquiler. Además, a día de hoy sale más caro alquilar que hipotecarse.

Asimismo, el informe señala que el encarecimiento de los precios de la vivienda, bien en régimen de alquiler o mediante la modalidad de compra, «no facilita el abandono del hogar familiar». Se considera «particularmente llamativa» la tesitura de la población joven nacida en Balears, Valencia y Madrid, donde más del 85 % sigue habitando en el domicilio familiar, aunque «gracias a la población joven procedente de otras provincias y de otros países», la tasa de emancipación de los jóvenes está por encima de la media estatal.

En las Islas se sitúa en el 21,1 %, mientras que en el conjunto de España tan solo el 18,5% de las personas entre 16 y 29 años de España están emancipadas, lo cual significa que, por primera vez en diecisiete desde principios del 2002, más del 81 % sigue residiendo en el domicilio familiar. En las Islas, la tasa de emancipación en 2010 era de entorno el 35 %.
Por otra parte, el estudio destaca como aspectos positivos la reducción de la tasa de paro juvenil, el aumento «considerable» de la contratación indefinida y la reducción de parcialidad entre la población joven.