Facilitan la inserción social de hasta 80 personas sin techo a través del programa Accés al Habitatge que gestiona y concierta el IMAS. | Redacción Local

Aunque todavía nadie ha salido del servicio, la Fundación Hogar Sí y la asociación Provivienda que iniciaron su actividad en Mallorca a finales de 2018, está facilitando la inserción social de hasta 80 personas sin techo en la isla a través del programa Accés al Habitatge que gestiona y concierta el IMAS.

«Llevamos un año y todas las personas que entraron siguen en la intervención pero el programa tiene un marco temporal indefinido, no podemos asegurar que sea eficaz con todos», explica la coordinadora de Accés al Habitatge housing first Mallorca, Ana M. Olivares Martínez.

Para acceder a él es necesario cumplir con unas características, ya sea haber pasado el último año en la calle o tener una trayectoria sin hogar o ser personas más vulnerables «con problemas de salud mental, diversidad funcional o adicciones», explica Olivares Martínez. De momento «estamos teniendo unos procesos preciosos y de muy buena acogida», asegura.

Y es que incluso la ONG Metges del Món en Balears, conocedora de la realidad autonómica de los sin hogar, defiende esta metodología como la línea a seguir. «Han mejorado mucho el proyecto, es una iniciativa fantástica», añade Belén Matesanz.

«Antes, para llegar a una vivienda la persona sin recursos tenía que pasar por una serie de peldaños y el hogar era último, lo que lo complicaba todo. La metodología llamada housing first lo invierte y da la casa primero. A partir de ahí empieza el circuito de reinserción», explica Ana María Olivares.

Hogar Sí y Provivienda disponen de 40 casas alquiladas a precio de mercado para el programa de housing first. Por otra parte hay 10 pisos más, en régimen compartido de housing led, una derivación del modelo anterior con residencia compartida. A los usuarios se les ofrece un hogar y posteriormente se les hace un acompañamiento para conseguir que se vuelvan autónomos a todos los niveles.

Desde el programa explican que este modelo nació inicialmente en Nueva York fruto de un problema acuciante de sinhogarismo. «La administración se puso en manos de una consultora que se entrevistó con las personas de la calle, todos pedían un hogar para volver a empezar». Su éxito está comprobado en el 95 % de los casos.