La caída en la demanda y la actual situación están provocando un gran número de reclamaciones. | David Arquimbau Sintes - jma - E

La caída de la demanda vacacional y la avalancha de cancelaciones de reservas en aerolíneas y paquetes turísticos de los touroperadores en los últimos días, según las agencias de viajes de Balears, ha originado un aumento progresivo de reclamaciones para recuperar el dinero pagado.

El problema radica en la contratación de viajes de larga distancia. Al tener precios más elevados que un paquete turístico en España o en Europa, son más complejos para que los consumidores de las Islas puedan lograr su devolución íntegra por no poder viajar por causas de fuerza mayor por la COVID-19.

«Los touroperadores son reticentes a pagar, de ahí que hay muchas reclamaciones ante los organismos de consumo al tratarse de una causa de fuerza mayor. Lo lógico es llegar a un acuerdo y entender lo que está pasando, más en una coyuntura que afecta a todos los sectores productivos», puntualizan desde la patronal de las agencias de viajes Aviba.

La patronal pone como ejemplo la actitud de las aerolíneas, que sí aceptan devoluciones. No es el único problema que los touroperadores, en este caso extranjeros, están provocando y que afectan a toda la oferta de alojamiento de las Islas.

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Reservas hoteleras
Los grupos turísticos, principalmente alemanes y británicos, se han puesto en contacto con los hoteleros de Mallorca y resto de islas para indicarles que los contratos firmados el pasado año, para el verano 2020, no tienen validez alguna en las actuales circunstancias.

«Entendemos que la coyuntura actual no es positiva para nadie, pero que se anulen o renegocien los contratos en garantía supone un duro golpe económico para las empresas, que en estos momentos están padeciendo una situación crítica», indican cadenas hoteleras de Mallorca.

Los contratos en garantía entre hoteleros y touroperadores propicia que se aseguren, sí o sí, un cupo de camas mínimo para garantizar una ocupación aceptable en los meses de mayo, junio, julio y agosto.

«Que los touroperadores los cancelen de forma unilateral y que no vayan a cumplir los compromisos adquiridos, supone un quebranto económico muy fuerte para las pequeñas y medianas cadenas. Si ya la temporada baja ha tenido el impacto directo del coronavirus, lo que pueda pasar en meses estivales va a ser clave para la subsistencia de muchas empresas hoteleras de las Islas», señalan las mismas fuentes.