La avenida de España de Ibiza, durante este confinamiento. | D.E.

Baleares ya tiene un borrador para el desconfinamiento, según ha anunciado este martes la consellera de Salut, Patricia Gómez. No obstante, ha precisado que desconoce si el Gobierno central permitirá su aplicación cuando termine el estado de alarma, aprobado para hacer frente a la pandemia de coronavirus, o si obligará a todas las comunidades a realizar el mismo desconfinamiento.

La consellera ha señalado que el Govern balear quiere estar preparado por si se puede hacer de manera diferenciada por territorios y ha avanzado que tienen muy claro cuáles sería los sectores que reiniciarían antes la actividad. No ha concretado cuáles, pero sí ha señalado que «hemos de trabajar con las mútuas, con el sector turístico y del comercio».

Noticias relacionadas

Respecto a si el Govern presiona para lograr un desconfinamiento más rápido, Gómez ha respondido con un ejemplo y ha explicado que si Formentera ha tenido solo tres casos se podrían tomar medidas diferenciadas a partir del 26 de abril, si termina el estado de alarma. No obstante, ha reiterado que no saben si podrán tener ese margen de decisión.

La consellera ha confesado que una especial preocupación del Govern es la apertura de puertos y aeropuertos. En este sentido, ha puesto de manifiesto que debe hacerse de forma progresiva y con medidas de seguridad. El Ejecutivo autonómico está estudiando qué medidas proponer con los vuelos de fuera, así como dimensionar la cantidad de profesionales necesarios en los puertos y aeropuertos de las Islas para poder llevar a cabo las medidas de seguridad.

Respecto a la posibilidad de que los niños puedan salir, el portavoz del comité autonómico del coronavirus, Javier Arranz, ha respondido que «es una decisión difícil de tomar por las autoridades, pero entra dentro de los pensamientos de todas las personas que aconsejan. Los niños tienen un riesgo bajo, pero son grandes diseminadores de virus porque es más difícil que cumplan las normas». No obstante, ha señalado que «no sería de extrañar» que se permita salir a los niños.