Una primera limpieza intensiva con desinfectante da lugar luego a un tratamiento concreto sobre las superficies tocadas por los pasajeros. Desde la cabina de viajeros hasta los lugares a los que tienen acceso los tripulantes, todo es desinfectado de arriba a abajo. | AIR EUROPA

Tras una hora de vuelo Palma-Madrid luego llegan dos horas de desinfección. Así son los nuevos protocolos de limpieza de los aviones de Air Europa, que ha reforzado sus medidas para asegurar la seguridad de tripulación y pasajeros. Si los vuelos entre la Isla y la capital se llevan a cabo con la flota Boeing 737, en el caso de los Airbus y los Dreamliners, son aviones grandes para largo radio cuya limpieza exhaustiva se alarga hasta las cuatro horas.

Desde la aerolínea advierten que «estamos en permanente contacto con las autoridades aéreas y sanitarias» con el objetivo de «cumplir de forma escrupulosa con la totalidad de las recomendaciones e instrucciones pautadas, en el esfuerzo de volver a la normalidad».

Así, nada más aterrizar, el avión es literalmente tomado por el equipo de limpieza, pertrechado de arriba a abajo con un traje aislante. El interior de la cabina se pulveriza con desinfectante y después de esta fase, se lleva a cabo un proceso de limpieza más exhaustivo en las superficies más sensibles, como las mesitas de los asientos. Toda superficie que pueda haber sido tocada por un pasajero también pasará por la limpieza: desde los asientos a los reposabrazos, pasando por los maleteros de cabina. Este proceso, que dura ahora dos horas, antes suponía la mitad de tiempo. Más limpieza, en más ocasiones y de manera más exhaustiva, y todo esto en un contacto con menos vuelos y muchísimos menos pasajeros. Fuentes de la aerolínea señalan que los protocolos de limpieza «extremadamente exigentes se han aumentado en número, con productos específicos de grado hospitalario, capaces de acabar con el coronavirus». Además, las tripulaciones van equipadas con mascarillas y guantes y se ha dotado a todos los aviones de toallitas desinfectantes para tripulaciones y pasajeros.

La compañía recuerda que «el aire de la cabina no se estanca nunca. Es una mezcla de aire del exterior y aire filtrado mediante filtros de recirculación HEPA o de alta eficiencia. Dichos filtros pueden capturar las partículas que contienen virus con una eficiencia de más del 99,9 por ciento». Estos filtros «se utilizan en entornos hospitalarios de alta exigencia, como los quirófanos».

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Air Europa advierte que se han reforzado los protocolos de EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) y los actualiza a medida que evoluciona la situación. Y el vuelo sufrirá cambios. En el servicio Economy, «se hará entrega de bolsas con el menú y una botella de agua por pasajero. El plato principal será caliente, cocinado en los hornos a muy alta temperatura durante el vuelo». Lo mismo en clase Business. También hay cambios sustanciales en el aeropuerto. La próxima vez que el viajero coja un avión, se topará con nuevas medidas de protección. Al igual que ocurre en otros aeropuertos del extranjero, Air Europa ha colocado mamparas en mostradores de facturación y atención al cliente tanto en los aeropuertos de Madrid y Palma.

Los procesos de embarque y desembarque aseguran al máximo el distanciamiento social y el orden, siguiendo recomendaciones de IATA y Skyteam. Ante esta transformación del viaje, es lógico que el pasajero pueda perderse. De ahí que la tripulación informe en todo momento por megafonía a los pasajeros sobre cómo efectuar el embarque.

Desde la aerolínea recomiendan a todos los pasajeros que facturen su equipaje de mano para agilizar los procesos de embarque y desembarque y se han dispuesto geles desinfectantes en los distintos puntos para la máxima higiene de los pasajeros.

Los autobuses de transporte de pasajeros de la terminal al avión también son debidamente desinfectados y en su interior se garantiza la distancia social entre los pasajeros. El viaje se transforma para ser aún más seguro.