Entrevista al conseller Iago Negueruela. | Pere Bota

Es considerado uno de los políticos más sólidos del Govern y brazo derecho de la presidenta Armengol, no en balde le encargó la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball, que gestiona las piezas más delicadas de la economía balear. Iago Negueruela afronta en las próximas horas el examen de los protocolos de seguridad que regirán en la industria turística de las Islas durante la temporada, una experiencia con casi once mil visitantes alemanes a quince días de la apertura oficial de las fronteras internacionales de España.

¿Tan importante es este plan piloto?
—Después de todo el trabajo realizado durante la crisis sanitaria permite ver sus resultados en los protocolos de seguridad, por eso permitirá abrir los hoteles con una experiencia previa. Además, también nos posiciona como un destino seguro en el exterior gracias a los buenos índices sanitarios de Balears; supone lanzar un mensaje claro para nuestros mercados emisores.

Menorca, Eivissa y Andalucía lo han criticado ...
—En Menorca y Eivissa lo hemos explicado. Hemos comenzado en Mallorca por tener en Alemania su principal mercado, si Gran Bretaña hubiera tenido mejores índices contra la COVID-19 hubiésemos empezado por Menorca y Eivissa. De todos modos, el Govern trabaja para ampliar el plan a todas las Islas. Respecto a Andalucía hay que decir que somos la única autonomía que planteó el proyecto al Gobierno central; otros no lo han hecho.

Hace unos meses dijo que este año no habría temporada turística ...
—En el momento más duro de la crisis sanitaria todos veíamos un escenario muy negro, el poder abrir establecimientos es un cambio importante; pero de todos modos será una temporada muy dura. También tengo que decir que todo el que abra ahora es una apuesta de futuro de cara a 2021. Insisto, Balears será una comunidad muy castigada y para poder aguantar el golpe las empresas y los trabajadores tiene que haber protección del Estado.

¿La euforia por el plan piloto no es un buen síntoma?
—Que se genere demanda es muy positivo, el plan ha generado un efecto importante en los mercados; hay una gran difusión en el exterior con una importante expectación.

¿Se puede hablar ya de cifras?
—Pienso que si julio responde bien, los meses de agosto y septiembre mejorarán las expectativas. Todo indica que seremos el destino turístico español con más reservas internacionales de todo el Estado español.

Este plan ha cosechado críticas, algunos lo comparan con un ‘Bienvenido Mr. Marshall’ ...
—En estos meses hemos escuchado de todo. En el Govern hemos trabajado de manera global para hacer una buena salida de la crisis. Es curioso, pero el PP trata de minusvalorar una iniciativa que defiende el propio sector turístico. Mire, todos querríamos un modelo económico más equilibrado, pero de la industria turística dependen 200.000 personas que son nuestra principal preocupación. Todas estas personas, hasta el pasado mes de marzo, estaban muy tranquilas y un tercio de la masa laboral de las Islas no cambia de actividad de la noche a la mañana. Mientras se produce esta transición tenemos que recuperar la industria turística; si no lo hiciéramos también se nos criticaría.

Hasta los empresarios turísticos le alaban ...
—Lo cierto es que dedicamos muchas horas para salir adelante. Escuchamos a todos y tomamos decisiones. Sólo en el plan piloto están implicados cinco ministerios (Interior, Exteriores, Turismo, Sanidad y Transportes) y la presidenta Armengol ha llevado una interlocución directa con el Gobierno. Hay que destacar también el apoyo de los sindicatos. Se trata de una labor conjunta del Govern, empresarios y sindicatos. No estamos ante una crisis económica, se trata de una crisis sanitaria y de esta tenemos que salir todos juntos; ya llegará el momento de que cada uno defienda sus posiciones.

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¿Ve factible la llegada de turistas obligados a usar mascarillas?
—Hay que entender que la crisis sanitaria no se ha superado y que existe el peligro de un rebrote que con las consecuencias económicas que ello acarrearía. Hasta que no llegue la vacuna hay que adoptar este tipo de medidas preventivas; la mascarilla da seguridad y es un buen método de protección.

Abrimos la puerta al turismo internacional, pero todos los países –incluído España– promocionan el turismo interior ...
—Es normal, pero todos hacen campañas para captar turistas extranjeros. Balears es un destino seguro porque hemos gestionado bien la crisis, con unas tasas de contagio muy bajas al tomar medidas muy drásticas desde el principio de la pandemia. El cierre de los aeropuertos fue muy positivo. Por todo eso somos una marca propia en los mercados y eso los touroperadores lo saben y lo destacan.

¿Qué dice frente a los que claman por un cambio de modelo económico?
—El sector turístico genera un 25 por ciento del PIB balear. Esto no cambia por el hecho de poner a cero la economía y todos queremos salir cuanto antes de la crisis. Decir esto no implica renunciar a la diversificación y que crezcan otros sectores como la industria, la madera, la náutica, la agricultura, ... pero que están muy vinculados al turismo. Debemos conseguir que ganen peso actividades vinculadas a las energías renovables, la tecnología, ... Se trata de apostar por la formación. Además, quiero recordar que los gobiernos no abren o cierran empresas. Desde la Conselleria tratamos de apoyar la calidad y no un número creciente de turistas, y menos a cualquier precio.

Los decretos de reactivación económica han generado mucha polémica política ...
—Los dos estaban consensuados entre las fuerzas políticas del Pacte. Uno es para reactivar la economía en suelo urbano ya que la ampliación de los hoteles no es para aumentar su capacidad, pretende dar más espacio. Mire, se trata de mantener la actividad en el sector de la construcción y evitar alcanzar unas cifras de paro inasumibles. El hecho de que hayamos recibido críticas de todos los lados es una prueba de moderación de ambas normas.

Las cifras de paro y ERTE son espectaculares, retrasos en los pagos ...
—La apuesta por los ERTE permite mantener el empleo vivo y creo que deberían poder prolongarse todo el tiempo que sea necesario, son un escudo de protección. Respecto al paro en Balears las cifras son muy duras, por eso la UE debería reaccionar y junto con España asumir la protección de las zonas turísticas.

La gestión de los ERTE ha tenido muchos fallos ...
—Pasamos de 50 al año a 18.000 con un sólo funcionario, lo dotamos con 150 para resolverlos en plazo. El 90 % de los trabajadores ya cobra y ahora se realizan los ajustes. Pido perdón por los errores, pero se ha hecho un esfuerzo descomunal.

¿Qué les diría a quienes defienden la visión idílica de unas Islas sin turistas?
—Pues les diría que hay miles de trabajadores esperando poder volver al trabajo y que muchos de ellos no podrán disfrutar del verano porque no estarán en condiciones de consumir.

Le noto conseller muy preocupado por todo lo relacionado con el impacto de la crisis en la destrucción de los puestos de trabajo.
—Cierto, es mi principal prioridad; no en balde el departamento también es de Treball y estoy aquí por eso. Pienso que determinadas cosas hay que tenerlas muy claras cuando estás en un puesto de responsabilidad como la mía.