Baleares estudia limitar el número máximo de personas en reuniones sociales privadas, dentro de las nuevas medidas para extremar las precauciones ante la propagación de la COVID-19, que también incluyen la obligación de llevar siempre mascarilla en la vía pública.

Así lo ha indicado la consellera de Salud, Patricia Gómez, en una entrevista en el programa 'Hoy por Hoy' de la Cadena SER. La consellera ha indicado que la limitación del aforo en reuniones sociales se ha planteado después de detectar fiestas privadas en establecimientos y casas en las que se cobraba entrada.

Por ello, el Govern modificará las normas fijadas para la nueva normalidad para hacerlas algo más restrictivas. «En el caso de las celebraciones privadas hablamos de unas 70 personas, en caso de que la fiesta se celebre al aire libre, y 30 en espacios cerrados, pero en ningún caso poder cobrar entrada», ha detallado Gómez.

La consellera ha apuntado que el Govern se reúne «permanentemente» con el sector del ocio nocturno, a quienes ha expresado agradecimiento por su «colaboración e implicación». Gómez ha insistido en que las directrices se van revisando en función de la situación epidemiológica y las evidencias científicas.

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Obligatoriedad del uso de las mascarillas
En cuanto a la obligación de utilizar mascarilla en la calle en todo momento, al margen de si se mantiene la distancia de seguridad, Gómez ha aclarado que el comportamiento de la ciudadanía «ha sido ejemplar», pero se ha decidido adoptar esta medida porque los últimos pacientes son asintomáticos o presentan síntomas leves. Esto «obliga a extremar las medidas» por la dificultad de detectar los casos.

Además, el estudio de seroprevalencia elaborado por el Ministerio de Sanidad indica que «muy pocas personas han pasado la enfermedad» en Baleares. Gómez también ha pedido tener en cuenta que el número de turistas que visitan las Islas también está aumentando de manera exponencial.

La resolución que se prevé aprobar incluirá excepciones, de manera que no será obligatorio el uso de mascarilla en establecimientos de consumo de bebidas y alimentos, cuando se realice ejercicio físico o actividades acuáticas y en playas o piscinas.

Gómez ha confirmado que están trabajando en un decreto-ley para establecer un régimen sancionador que penalice los incumplimientos, y a la vez «ofrecer apoyo a los municipios». En el caso de la mascarilla, la multa por no usarla «no superaría la cuantía de 100 euros».
Por el momento el Govern no ha establecido una fecha determinada para poner fin a estas medidas -que se prevé que entren en vigor este fin de semana-.