El conseller Martí March. | M. À. Cañellas

La Conselleria de Educación, Universidad e Investigación anunció ayer que volverá a evaluar al personal vulnerable al SARS-CoV-2 que forma parte del cuerpo docente de las Illes Balears.

Los docentes que se encuentren dentro del perfil de riego que marca el Ministerio de Sanidad pueden solicitar desde el sábado la realización de las pruebas de evaluación.
Educación recordó en una nota que ya evaluaron en dos ocasiones a unos 1.300 docentes considerados colectivo vulnerable y se hizo una valoración personalizada de cada caso.
Debido a la situación cambiante provocada por la evolución de la pandemia, está previsto que estas evaluaciones a todo el colectivo vulnerable que forma parte del cuerpo docente de las Illes Balears empiecen a las últimas semanas de agosto.

Incertidumbre
Desde Comisiones Obreras (CCOO), Mario Devis manifestó la incertidumbre en la que se encuentra actualmente el colectivo docente frente al inicio de curso. «Esperamos que se cumplan todas las medidas sanitarias y que en el momento en el que haya un caso en un centro automáticamente se active la cuarentena», indicó.

Consideró una medida fundamental que se hagan este tipo de controles, dado que los profesores son un colectivo de riesgo en general. «Trabajamos en aulas masificadas, muchas veces sin la suficiente ventilación.[...] No nos la podemos jugar mientras no haya vacuna», valoró.

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Debido a la «masificación en las aulas» que hay en Baleares, Devis consideró que es muy probable que los primeros cierres de centros se produzcan a las dos semanas del inicio de curso. Algo que podría perjudicar a la hora de implementar de nuevo las clases a distancia.
«Lo ideal sería dar el primer trimestre una competencia digital a los alumnos. Que conocieran el entorno, las herramientas, las aplicaciones, el modo de trabajar para que si hubiera un nuevo confinamiento la cosa fluyera un poco más».

Pero a pesar de poderse implementar esa educación digital, la portavoz del sector educativo en UGT, Mirta Tercero, considera que el mayor reto lo tendrán de nuevo los padres. «Esta medida les supone una carga muy grande, cuando además ellos tienen también que ir a trabajar», recordó. Es por ello que solicitó medidas preventivas al inicio de curso como la reducción de ratios por aula que facilite las medidas de distanciamiento.

El sindicato ANPE advirtió en una nota de «la necesidad de sustituir a este profesorado vulnerable de manera inmediata, para no agrandar la brecha educativa generada por la lentitud del trámite de asignación de sustituciones».

Valoraron que si la pretensión es garantizar la enseñanza presencial, ésta debe hacerse con las mayores garantías posibles, entre ellas la continuidad del proceso educativo, por lo que se debería evitar directamente esta previsible sustitución de personal.

Solicitaron pruebas PCR para todos los docentes, con carácter periódico, para así detectar posibles casos asintomáticos e impedir la propagación de la infección en caso de contagio. Además pidieron la implementación de aulas modulares para aquellos colegios de infantil i primaria e Institutos que lo pidan, con el fin de aumentar los espacios físicos y garantizar la distancia mínima de seguridad