El Govern tuvo que intervenir algunas residencias en la primera oleada de la pandemia del coronavirus. | M. À. Cañellas

La consellera de Salut, Patricia Gómez, ha anunciado este martes que «blindará» las residencias de la tercera edad para evitar contagios de COVID-19. Gómez ha realizado este anuncio acompañada por el presidente de l’Institut Mallorquí d’Afers Socials, Javier de Juan.

Una de las nuevas medidas es crear un grupo de enfermeras expertas que colaborarán en la vigilancia de los enfermos de residencias con COVID-19; será entre 10 y 20 enfermeras, que ya están dando apoyo.

Gómez ha argumentado que las personas de las residencias son muy vulnerables; durante la primera oleada murieron 89 personas; en la segunda oleada ya han fallecido 14. «Queremos blindar las residencias y los centros de personas con discapacidad». Para ello aislarán a los nuevos casos de la manera más rápida y preventiva y desarrollar los protocolos de actuación. La consellera ha señalado que los centros necesitan ayuda para llevarlos a cabo. Por tanto, «ofrecemos ayuda a todas las residencias que lo piden».

En febrero ya se creó un grupo de trabajo que actúa de forma coordinada con los Consells insulars y la Conselleria d'Afers Socials. Desde este centro se hace una valoración de los positivos o de los residentes de los que se tienen sospechas de que pueden tener la enfermedad. Todos los que lo necesitan son derivados a un centro hospitalario, en función de sus necesidades.

Además, seguirán haciendo los cribados masivos y enviarán la información de los positivos a la Fiscalía.

El presidente de l’Institut Mallorquí d’Afers Socials ha expresado la necesidad de saber la situación real de las residencias, públicas y privadas, y para ello se ha puesto en marcha un cribado preventivo en las residencias de la tercera edad, que posteriormente se ampliará al resto de centros. Para ello, se monotorizarán unos 3.500 usuarios de las residencias de la tercera edad de Mallorca y unos 3.000 trabajadores.

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También se hará especial hincapié en el aislamiento de las personas con COVID-19. Para ello, se prevé dedicar algún centro a los positivos asintomáticos para poder organizar mejor la atención con los equipos de refuerzo. De Juan ha destacado que en esta segunda oleada se están detectando mucho casos asintomáticos. En las próximas semanas se abrirá una residencia nueva de 150 plazas y ofrecer ese espacio para los positivos asintomáticos que se vayan detectando en las residencias.

Además, se habilitará un hotel en Platja de Palma para las personas que no puedan realizar el aislamiento de forma correcta en su domicilio.

Además, se iniciará una formación conjunta entre Salut y Serveis Socials del Consell de Mallorca para recordar los protocolos preventivos a los trabajadores de las residencias. En este sentido, se pondrá el foco en las relaciones exteriores del centro, motivo por el que se han limitado las salidas de los usuarios.

En el caso de las visitas se hacen a las residencias, pero «muy controladas». De Juan ha asegurado que estas medidas están funcionando y no tienen constancia de que se hayan producido contagios por las visitas, por lo que no está previsto prohibirlas como sucedió en la primera oleada.

Preguntada por la clasificación por colores, Gómez ha explicado que permite conocer de una manera muy rápida la situación del enfermo. En este punto, ha aclarado que no está relacionado con la asignación de uno y otro recurso; ha insistido en que «el clínico» es el que decide si se tiene que trasladar a un centro hospitalario o no.

En relación al número de muertos en las residencias, la consellera ha argumentado que se deba a que son las personas más vulnerables, a las que afecta de manera más dura el coronavirus. Además, ha señalado que se han tomado medidas previas a los fallecimientos de la segunda oleada, pero ha insistido en que el virus es especialmente agresivo con estas personas. De Juan ha añadido que muchas personas no mueren por COVID-19, sino con este virus pero debido a otras patologías previas.

El Consell de Govern de este lunes autorizó a la titular de Salut a adoptar las medidas necesarias para frenar el brote del nuevo coronavirus en las Islas, tales como confinamientos de zonas o municipios con muchos contagios.