Los empresarios de bares y restaurantes prevén un invierno duro. La hostelería ha sido la más azotada por la actual crisis: según un informe interno del sector, sólo el 9 % de los negocios mantendrían su actividad normal este año. | Jaume Morey

El golpe de la crisis ha dado ya sus resultados entre los empresarios de la hostelería de Mallorca. Un sondeo interno del sector, que ayer dio a conocer PIMEM- Restauración, prevé que el 42 % de los restauradores tiene pensado cerrar o hibernar entre los próximos tres y seis meses. Además, la presidenta de la asociación, Eugènia Cusí, informó de que la facturación en los bares y restaurantes ha caído un 55 % durante el mes de agosto con respecto al mismo mes en 2019, y sólo pudieron llegar al 65 % de su capacidad. De cara a finales de año, la asociación apunta previsiones de caída de un 70 %.

El futuro del sector dependerá de la evolución de la pandemia. «Es difícil anticipar qué pasará cuando todavía no tenemos claro lo que ocurrirá con los ERTE, con la movilidad internacional y los corredores seguros», dijo Cusí. De momento, lo que sí parece estar claro es que de ese 42 % que tiene pensado cerrar o hibernar, un 18 % prevé un cierre definitivo, mientras que el resto estará pendiente de la próxima temporada.

Sobre el 58 % de los bares y restaurantes que estarían abiertos, el 37 % piensa trabajar bajo mínimos, un 11 % a medio gas «y sólo el 9 % prevé una actividad normal». Ante un escenario marcado por estos datos, desde PIMEM-Restauración detallaron que «las previsiones muestran que no se llegue ni al 50 % de facturación a día de hoy y de cara al 2021, aunque se tiene que ver cómo evoluciona esta crisis». Asimismo, lamentó que los ERTEs «no les dan ninguna seguridad».

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Mesa de diálogo

La presidenta de la asociación insistió en la importancia de contemplar una mesa de diálogo «colaborativa» entre la administración pública y privada «para zanjar propuestas que tengan sentido. Pedimos responsabilidad patrimonial tanto al Govern como al Gobierno central por el perjuicio económico que suponen estas medidas para nuestros negocios».

En este sentido, Eugènia Cusí pidió que «defiendan las necesidades de Baleares a nivel estatal y que realmente se contemple la particularidad de nuestra independencia del sector, que es en nuestro caso muy temporalizado. Sólo tenemos cuatro o cinco meses buenos de temporada». También mencionó que de los 10.500 negocios en la Isla, la mayoría son empresas muy pequeñas. «Hablamos de negocios que no han podido acceder a ayudas y con una cantidad pequeña ya podrían plantearse sobrevivir la temporada de invierno».

Desde la asociación esperan que estos próximos meses sean clave para negociar con las instituciones y entidades las peticiones, entre las que destaca que el sector quede exento de tasas e impuestos, como la tasas de basura, y «una inyección económica a los micronegocios, que son la mayoría en Mallorca». Por otra parte, Cusí también exige «respuestas prácticas y que se deje de funcionar con el rodillo en decisiones unilaterales sin diálogo».