El Govern aún sigue pagando algunas de las grandes infraestructuras de Jaume Matas, como las obras de metro y el soterramiento del tren. | Jaume Morey

El Govern balear deberá endeudarse en más de 1.000 millones de euros el año que viene por la falta histórica de financiación y para poder hacer frente a la caída de ingresos que se prevé en el ejercicio 2021 como consecuencia de la crisis de la COVID-19. El Govern no da detalles por ahora de a cuánto ascenderá la deuda pero cabe incluso la posibilidad de que la cifra se acerque a los 1.500 millones que tuvo que pedir este año para hacer frente a diversas amortizaciones.

En las previsiones económicas para el año que viene incluidas en el proyecto de Presupuestos de este año, el Govern estimaba que en 2021 se endeudaría en 1.207 millones de euros para poder pagar deudas acumuladas en años procedentes provocadas, en su mayor parte, por la infrafinanciación de la Comunitat.

La compleja realidad que viven las Islas como consecuencia de la gestión de la COVID-19 puede hacer que las previsiones cambien, pero, aunque se renegocie la amortización de los préstamos, es seguro que el Govern deberá pedir un préstamo de al menos 1.000 millones para hacer frente a estos pagos.

Caída de ingresos

Pero a esos 1.000 o 1.200 millones de deuda en 2021, el Govern deberá añadir una cantidad todavía indeterminada para hacer frente a su caída de ingresos. Balears recibirá el año que viene del Estado algo más de 2.800 millones de euros, una cantidad similar a la de este año que vuelve a dejar a las Islas por debajo de la media nacional.

Aunque esta cifra se mantenga, el Govern sufrirá un recorte en sus ingresos propios, los que obtiene gracias a impuestos como la ecotasa o el de transmisiones patrimoniales. El Gobierno ha permitido a las comunidades autónoma que el déficit llegue al 2,2 por ciento y se ha comprometido a abonar la mitad de esa cantidad con ayudas extraordinarias, pero eso deja al Govern con un margen de deuda que puede llegar a los 300 millones de euros, que se sumaría a los más de 1.000 previstos para pagar los vencimientos de 2021.

Lo que ya se ha anunciado es que el año que viene no habrá recortes en los servicios esenciales y que el techo de gasto se mantendrá en los niveles de este año o incluso podrían ser superiores. La consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez, ya ha dicho, además, que no se prevé la creación de nuevos impuestos, que es de lo poco que ha trascendido hasta ahora de las cuentas que se están redactando para el año que viene.

Está claro es que el Ejecutivo incumplirá los plazos de aprobación del proyecto de Presupuestos en el Consell de Govern ya que ni siquiera ha aprobado todavía el techo de gasto, algo que podría ser inminente.

La portavoz del Govern, Pilar Costa, aseguró este lunes, de todas maneras, que este aplazamiento provocado por el retraso con el que se han conocido las entregas a cuenta no afectará a la aprobación de las cuentas en el Parlament antes de fin de año.

Seguirán reivindicando que el Gobierno dé más dinero a las Islas

La portavoz del Govern, Pilar Costa, afirmó este lunes que el Govern seguirá reivindicando cambios en el sistema de financiación para que Balears no sea una de las comunidades que más aporta y menos recibe. La portavoz del PI en el Parlament, Lina Pons, y el portavoz de Més, Miquel Ensenyat, lamentaron que Balears vuelva a quedar el año que viene por debajo de la media en financiación autonómica y reclamaron al Gobierno que actúe ya para combatir esta situación. «Armengol no manda en su propia casa», denunció la portavoz del partido insularista.

El portavoz de Podemos, Alejandro López, señaló que es imprescindible que el Gobierno despliegue de una vez por todas el Régimen Especial Balear (REB) para compensar las desventajas del hecho insular.