Los comercios de Baleares se enfrentan con "escepticismo y reticencia" a la celebración del Black Friday, que tendrá lugar el 27 de noviembre en un entorno de compra "cada vez más digital".

Aunque desde grandes superficies los sentimientos en esta fecha comercial, preludio de la Navidad, están basados en la "esperanza y la reactivación" del consumo, las patronales del comercio Pimeco y Afedeco coinciden en que no saben "cómo va a reaccionar la gente" ya que, con la pandemia de la COVID-19, "hay miedo a entrar en las tiendas".

De hecho, el presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Baleares (Afedeco), Antoni Gayà, asegura que la COVID-19 "ha reforzado" las compras por Internet. "Los consumidores gastan muy poco dinero en la tienda física porque evitan los espacios cerrados", explica.

Por este motivo, Gayà reclama al Ayuntamiento de Palma una campaña para incentivar el consumo en el comercio de proximidad. "La gente debe ser consciente de que puede encontrar en la tienda lo mismo que en Internet y se lo puede llevar en el momento", explica.

Además, hace hincapié en que ese dinero invertido en tiendas locales "se queda y se reinvierte" en Mallorca porque "pagan impuestos y contratan a trabajadores".

Actualmente, un 30 por ciento del comercio de Baleares tiene sus puertas cerradas "y no volverá a abrir", según Afedeco. De ahí que ambas patronales del comercio insistan en que la situación actual "es muy crítica".

El presidente de la Patronal del Pequeño y Mediano Comercio (Pimeco), Toni Fuster, coincide con Gayà en que las compras 'online' "se notan" en la venta de los comercios y en la petición de campañas institucionales para apoyar el consumo de proximidad. "Pero que cuenten con nosotros, que vivimos cada día el comercio", recalca.

Ambas patronales defienden en que "ha llegado el momento" en que el Govern o los ayuntamientos "vayan de la mano de las patronales" para lanzar campañas. "Nosotros somos los que conocemos cómo funciona el mercado", subraya Gayà, a la vez que propone la venta de bonos de 30 euros, en los que 10 los ponga la administración.

Sobre el Black Friday, Fuster lo califica de "rebajas encubiertas" y añade: "Lógicamente ha diluido la campaña de Navidad porque lo que debería ser un día de fiesta comercial, se ha trasladado a semanas".

En el lado contrario, se sitúan grandes comercios como El Corte Inglés. Desde esta grande superficie esperan que el Black Friday sea "un empuje importante" a la actividad comercial.

Asimismo, remarcan que en las últimas semanas han notado "mayor actividad" en la llegada de clientes y, por lo tanto, de compras. "Estamos esperanzados", señalan.

Aunque admiten que la comparativa de ventas de este Viernes Negro con años anteriores será "muy difícil" por la bajada de ventas por la "incertidumbre económica y el paro" existente en la sociedad, avanzan que habrá "grandes descuentos" tanto en moda como en productos de tecnología y electrónica.

"Sentido común" para comprar.

El presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Baleares (Consubal), Alfonso Rodríguez, asegura que es "fundamental" adquirir sólo "lo que haga falta". "Hay que usar el sentido común para comprar lo necesario", matiza.

Asimismo, Rodríguez afirma que, durante fechas como el Black Friday, se tiende a comprar más por Internet. Por ello, alerta al consumidor sobre "la necesidad de comprobar" que se está en una página web que cumple con la normativa y ofrece una conexión segura.

Además, aconseja contratar una tarjeta prepago para realizar las compras 'on line' para evitar el robo de datos y advierte de que, en estas fechas, "lo único que cambia es el precio". "El resto sigue igual, tanto la garantía como los plazos de devolución", recalca.

Para finalizar, insiste en "guardar los comprobantes y el embalaje al menos unos días" hasta comprobar el buen funcionamiento de los productos.