Siguiendo el plan de vacunaciones, los primeros en recibir las dosis serán los trabajadores y usuarios de residencias. | DADO RUVIC

Si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguraba el jueves en Palma que se iniciaba el fin de la pandemia, la Conselleria balear de Salud se está equipando para que todo esté a punto en esta nueva etapa. Baleares espera recibir 120.000 dosis de la vacuna de la farmacéutica Pfizer y su socia alemana BioNTech, los primeros fabricantes de Estados Unidos y Europa en pedir una autorización de emergencia. Si se sigue el calendario previsto, la vacuna con un 95 % de eficacia, podría estar disponible a finales de diciembre y ésta es, precisamente, la primera que se distribuirá entre los estados miembro y a su vez entre las diferentes comunidades autónomas.

La comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, que el miércoles participó en el pleno del Consejo Interterritorial, «ha enviado un mensaje importante para la estrategia común, la tendremos todos en el mismo momento y ya tenemos material para vacunar. Estamos mirando la refrigeración y los datos para saber a cuánta gente se incluye en cada colectivo y valorar cómo hacerlo en función del número», explicó ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez.

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Así pues, en Baleares se trabaja ya en la logística. La estimación es que en el primer trimestre pueda llegarse hasta a 60.000 personas, una cifra más alta de la que engloba a los grupos llamados prioritarios. Esto son, los usuarios y trabajadores de las residencias de ancianos y de personas con discapacidad; los trabajadores sanitarios que están en primera línea y después el resto; y los grandes dependientes que no están a cargo de la administración. «Es el cálculo que hacemos a falta de que el Ministerio y la Comisión de Salud Pública lo decidan», explicó el director del IB-Salut, Juli Fuster.

Cada uno de los designados recibirá (si así lo desea pues la vacunación no es obligatoria) las dos dosis que permitirán inmunizarlo en el primer trimestre de 2021. Sin embargo, una campaña de vacunación como nunca se ha visto y con un material que debe mantenerse a una temperatura inferior a los menos 86 grados centígrados presenta grandes retos. Salud ha iniciado el proceso de compra de 15 ultracongeladores para conservar las vacunas de la COVID-19 con un coste de 229.023 euros. «Se instalarán en unos espacios que tienen una temperatura inferior a 20 grados», añadió Juli Fuster. «Los primeros llegarán la semana que viene y antes de final de año estarán todos instalados», añadió.

Los habrá de dos tamaños, nueve grandes con una capacidad de 828 litros y seis pequeños con una capacidad de 578 litros. Diez de ellos se destinarán a Mallorca, uno para cada hospital y otros seis para los centros de salud de Manacor, Inca, Son Pisà y Molinar, también en Mallorca. A Menorca llegarán dos, a Ibiza otros dos y Formentera recibirá uno.
Siguiendo el plan de vacunación, los primeros en recibir la dosis serán usuarios y trabajadores de residencias para lo que está previsto que los diferentes equipos se trasladen a sus infraestructuras. El resto de la vacunación se hará en los centros de salud.