Las restricciones aprobadas por las distintas administraciones para el consumo de tabaco en la calle pueden haber influido en la caída en las ventas, si bien la razón esencial está en que este año no han venido turistas y, por lo tanto, no lo han consumido. | Marcelo Sastre

La pandemia de coronavirus ha tenido un inesperado efecto secundario que se ha traducido en un desplome en la venta de cajetillas de tabaco.

El Ministerio de Hacienda acaba de publicar los datos de las ventas del mes de octubre y las cifras son especialmente significativas porque la caída ha sido de un 40 por ciento en las Islas, cinco veces más que el descenso que se ha producido en toda España, que ha registrado una caída media del 8,8 por ciento.

Hasta el 31 de octubre se habían vendido en las Islas 47,2 millones de cajetillas de cigarrillos, una cifra sorprendentemente baja si se compara con las 77,7 millones de cajetillas que se vendieron hasta octubre del año pasado.

Este descenso se explica en que durante todo este año apenas han llegado turistas a la Comunitat. Además del tabaco que consumen los millones de visitantes que llegan cada año a las Islas, es habitual que muchos de ellos aprovechen para comprar cartones y llevárselos sus países, ya que aquí el tabaco es más barato que en la mayor parte de los países de nuestro entorno.

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La caída en la venta de cigarrillos en las Islas no tiene parangón en ninguna otra comunidad autónoma. La segunda comunidad en la que se produce una mayor caída en la venta de cigarrillos es Navarra, pero el descenso es del 11 por ciento, muy lejos del 40 por ciento de las Islas. En Navarra y el resto de comunidades se da, además, un factor que no se presenta en las Islas: el descenso en la venta de cigarrillos se ve compensado por el aumento en la venta de tabaco de liar.

Tabaco de liar

Eso no sucede en los estancos de Baleares, que también ven como se desploma la venta. Hasta octubre de este año 2020 se vendieron 189.879 kilos de tabaco de liar, pero en 2019 la cifra en esa misma fecha era de 287.695 kilos, lo que supone un desplome del 34 por ciento.

La caída en las ventas del tabaco es una noticia positiva desde el punto de vista médico, pero no tanto por lo que respecta a los ingresos ya que parte de las finanzas de la Comunitat se completan con los impuestos por el tabaco. Los ingresos totales derivados de la venta de tabaco sumaron hasta octubre 264,1 millones de euros, pero esta cifra se elevaba a 425,3 millones hasta octubre del año pasado. La caída en los ingresos es del 37,9 por ciento, lo que tendrá consecuencias dentro de dos años, cuando se liquide el sistema de financiación de las comunidades.