Las Islas acumulan un descenso del 71,2% debido a la ausencia del turismo internacional. | Jaume Morey

Baleares es la comunidad autónoma donde más han caído las ventas en la hostelería entre enero y septiembre de 2020, tras acumular un descenso del 71,2% debido a la ausencia del turismo internacional, por delante de Canarias (-56,5%) y de Cataluña (-50,9%), según los datos de Hostelería de España, que ha presentado su Anuario de la Hostelería 2020.

De acuerdo con estas cifras, la hostelería en España prevé cerrar con una caída de la facturación superior al 50% en 2020, lo que supondría una pérdida de hasta 67.000 millones de euros y la destrucción de más de 1,1 millones de empleos tras la falta de ayudas directas y el impacto del coronavirus en el sector, por lo que no estima una recuperación hasta finales de 2021 o principios de 2022.

En concreto, en el inicio de la crisis sanitaria desaparecieron 400.000 empleos y unos 900.000 trabajadores se tuvieron que acoger a un ERTE, mientras que en los meses de abril y mayo, que coincidieron con el cierre de bares y restaurantes para frenar la expansión del coronavirus, la facturación se llegó a hundir por encima del 90%.
Debido a esta grave situación, de los 315.000 establecimientos que había en 2019 en el conjunto del sector hostelero, hasta un tercio de bares y restaurantes podría llegar a desaparecer, lo que supone alrededor de 100.000 negocios a febrero de 2021 si no se prorrogan los ERTE.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha subrayado durante la presentación de estos datos que la hostelería es el «sector más castigado de la pandemia». «Estamos hablando de las empresas y las personas más vulnerables que hay en España, tienen sus negocios, un alto riesgo de perderlo y este país tiene una obligación con ellos», ha recalcado.

«Este anuario no me gustaría verlo en el 2021 con los datos que pueden salir porque puede ser terrorífico. Nos estamos jugando un sector y un país. Hay que transmitir que la hostelería es segura, hace las cosas y cumple con los sistemas que se han planteado», ha señalado Garamendi, que ha vuelto a mostrar el apoyo de la patronal al sector en estos complicados momentos.

De esta forma, la hostelería encara con incertidumbre y temor posibles nuevas olas de contagio y restricciones en el 2021, ya que las cifras de ventas todavía para ese año estarían lejos de las de 2019 y no se conseguirían recuperar hasta finales del próximo año o principios de 2022.

«No vemos una recuperación importante del sector hasta finales de 2021 y principios de 2022. Es un sector en crisis con una depresión importante, que necesita un plan de ayudas para impulsar su reconversión», ha reclamado el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego.

Gallego ha explicado que las regiones donde más han caído las ventas entre enero y septiembre son Baleares, con un descenso del 71,2%, seguida por Canarias (-56,5%) y Cataluña (-50,9) por el impacto de la ausencia del turismo internacional, mientras que las que mejor han aguantado son Asturias (-32,9%), Cantabria (-36,8%) y Extremadura (-37,6%).

Por otro lado, el teletrabajo también está afectando a la hostelería, siendo Cataluña y la Comunidad de Madrid las más penalizadas por el trabajo en el hogar. Así, uno de cada cuatro trabajadores no se han incorporado a su trabajo en Madrid, lo que hace que más de un millón de personas no ocupen sus puestos de trabajo, por lo que el sector reduce su actividad.

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Por su parte, el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, confía en que la Semana Santa de 2021 sea el punto de inflexión. «Esperamos que ese 2021 con todos los nubarrones que tenemos por ahora sea un punto de inflexión con esa Semana Santa para llegar a ritmos normales en verano y acabar el año de la mejor forma posible y que todo esto haya sido un mal sueño», ha deseado.

El sector cerró 2019 con 315.940 establecimientos, los cuales emplearon a 1,7 millones de trabajadores, unas cifras récord, y tuvieron una facturación de 129.341 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,7% más. «La hostelería es un motor para toda la cadena de valor, desde el campo a la distribución y para toda la cadena agroalimentaria», ha explicado Gallego.

Un año más se confirma la tendencia del descenso de los bares, que siguen siendo los establecimientos más numerosos dentro del grupo de restauración (181.230), aunque llevan varios años desapareciendo, sobre todo en la España Vaciana. «Continua el goteo a la baja de los bares y sigue creciendo el número de restaurantes», ha avanzado el secretario general de Hostelería de España.

De esta forma, la hostelería perdió en 2019 un total de 2.076 bares, mientras que ganó 1.780 nuevos restaurantes, hasta alcanzar los 80.736 a cierre del pasado ejercicio.
Como en años anteriores, aunque descendieron en número, la producción de los bares aumentó un 2% hasta algo más de 37.000 millones de euros. Por detrás, se sitúan los restaurantes que sumaban en 2019 cerca de 81.000 establecimientos, con un crecimiento del 2,3%.

El grupo de colectividades y catering fue el único subsector queintensificó el crecimiento, hasta un 5,7% y supone algo más de 18.000 locales. La producción de esta rama de actividad aumentó de forma destacada, un 8,7% respecto a un año atrás, hasta un total de 11.218 millones de euros.

Por otro lado, la actividad del alojamiento tiene una relación muy directa con el turismo. Así, los hoteles han presentado una evolución de suaves crecimientos durante los últimos años, que se impulsaron en 2017 y 2018 por las buenas cifras del turismo. En 2019 se moderó el crecimiento, hasta un 1,1%, con un total de 16.792 establecimientos.

Los apartamentos y casas rurales suponen el mayor avance del conjunto del grupo hostelero, un 6,1% respecto al año anterior. Los campings redujeron su censo un 2,1%, después de tres años consecutivos de aumentos.

Respecto al empleo, la hostelería se mantiene así en tercera posición en empleo, solo por detrás del conjunto de la industria (12,6%) y el comercio (15,5%).

La mayor parte corresponde al subsector de restauración, que en 2019 representa el 76,2% del empleo hostelero, con más de 1,3 millones de trabajadores. El 23,8% restante pertenece a las actividades de alojamiento dónde se superaron los 400.000 ocupados.