Varios sanitarios atienden a un paciente COVID en la UCI de Son Llàtzer. | T. Ayuga

Se cumplen todos los pronósticos y Balears llega hoy a la Nochebuena con un nuevo récord de contagios diarios: 604. La incidencia acumulada de casos a 14 días y por 100.000 habitantes está ahora en 507 a nivel autonómico, pero en Mallorca la cifra asciende a 587. «La preocupación es extrema, la situación es similar a la del mes de septiembre pero a la vez es distinta porque estamos en unas fiestas en que se juntará gente en sitios cerrados», declaró ayer la consellera de Salut, Patricia Gómez. «Entendemos la fatiga pandémica pero las familias deben buscar la forma de no juntarse estas Navidades», añadió.

Salut lanzó este mensaje in extremis para tratar de que los ciudadanos limiten estos días los encuentros y recordó que «la mayoría de brotes se dan en reuniones sociales y familiares y a veces la progresión es rápida».

Hasta 360 personas estaban ayer ingresadas en un hospital, 55 de ellos en una unidad para pacientes críticos. La cifra es muy alta pero todavía hay margen. El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, recordó que en septiembre se llegó a las 440 hospitalizaciones, de las que 65 estaban en una UCI y el máximo del mes de abril, en el periodo de confinamiento, llegó a tener a 581 pacientes en planta más 116 críticos.

El sistema sanitario se prepara y si en Son Espases ya se abría la quinta unidad para acoger a pacientes COVID, todavía está por jugar la carta del Palma Bay, que podría medicalizarse, de ser necesario, en dos o tres días.

La consellera calcula que pueden activarse hasta un millar de camas en toda la comunidad. En la actualidad, la ocupación en planta es del 9 % de pacientes con coronavirus y del 23 % en las UCI. Por otra parte, advierte de un estadística comprobada a nivel europeo: «por cada 500 positivos, ingresarán el 8 % de pacientes (unos 40) y un 1 %, cinco, terminarán en la UCI».

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El pronóstico de lo que pasará en los próximos días no es halagüeño. Así lo indica la incidencia de los últimos siete días. El doctor Arranz explicó que si bien en Balears es de 301 casos por 100.000 habitantes, en Mallorca es de 350. «Ha habido más casos que en la semana anterior, lo que significa que hay una aceleración de contagios», aclaró. Aunque también se ha percibido una leve desaceleración, «la tendencia por ahora es que sube».

Y ésta es la consecuencia directa de la movilidad del puente de la Constitución. Pasados los quince días desde que se acabaran los festivos, los datos reflejan que han seguido aumentando los contagios. Las esperanzas ahora están puestas en la efectividad de las medidas tomadas justo a posteriori como son adelantar a las 22 horas el toque de queda y cerrar el interior de los bares.

Restricciones

Las autoridades esperan poder comprobar su efectividad a finales de esta semana y en función de la evolución de casos se propondrán restricciones más o menos duras el lunes que viene. Cabe recordar que el 28 de diciembre el Consell de Govern revisará las medidas y los niveles de riesgo de cada isla. «Quedan muchas limitaciones que tomar antes de plantear un confinamiento domiciliario», tranquilizó la consellera de Salut. Patricia Gómez habló de posibles reducciones de aforo, de revisar las actividades programadas en determinados municipios y que suponen aglomeraciones e incluso de un posible cierre de establecimientos o confinamientos perimetrales, aunque todo está en el aire.

La previsión es poder llegar a un pico de contagios en dos semanas. Mientras tanto, «el Govern seguirá haciendo pruebas (Balears es la segunda comunidad que más está realizando tras el País Vasco) y se seguirán los cribados poblacionales (el lunes empieza uno en el barrio palmensano de es Rafal)». Por otra parte, ayer empezaron a trabajar los 377 educadores sociales que, a pie de calle, informarán y concienciarán a la población.