La temporada de verano se inició en 2020 a mediados de junio, tras cuatro meses de inactividad. Fue el comienzo de un verano atípico, porque las restricciones del Reino Unido, a finales de julio, y de Alemania, a mediados de agosto, provocó el cierre de la planta hotelera de la Isla.

Patronales hoteleras, agencias de viajes, transportistas, navieras, rent a car y restauración dan por pérdida la Semana Santa de este año, ya que la curva de niveles de contagios en nuestro país y en los principales mercados emisores turísticos europeos no paran de subir.

La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) indica que «hay que endurecer las medidas de control de la pandemia ahora que estamos a tiempo, porque en caso contrario la incertidumbre será negativa para toda la industria turística de la Isla».

Los grandes, medianos y pequeños hoteleros de Mallorca y resto de islas coinciden en que la idea del Govern de recuperar la actividad turística a finales de marzo «es casi una utopia y ojalá se cumpliera, pero la realidad se va a imponer y hasta junio no hay esperanzas».

La preocupación es generalizada en todos los sectores turísticos «ya que otro año como 2020 no lo podremos soportar, de ahí que hay que aplicar ahora todas las medidas de control de los contagios para llegar, como mínimo, a junio en una situación que se puedan permitir corredores seguros con Europa», señalan desde la FEHM, Aviba, Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT) y la patronal de coches de alquiler AEVAB.

El presidente de Aviba, Francesc Mulet, es más que contundente: «No tendremos Semana Santa y para tener temporada turística este año habrá que aplicar todas las medidas de control contra la pandemia durante este primer trimestre para llegar limpios en mayo o junio. Está en juego el futuro de miles de empresas, de la economía balear y de miles de trabajadores».

El presidente de Restauración CAEB, Alfonso Robledo, afirma que «preservar la economía es clave, de ahí que evitar que crezcan los contagios es un objetivo para las instituciones, empresas y la población de las Islas».

Junio, en consecuencia, se convierte en una meta válida para el inicio de la temporada. Las patronales de los touroperadores alemanes y británicos, DRV y ABTA, respectivamente, confían en las campañas de vacunación den un vuelco a la actual coyuntura de contagios en toda Europa.

Todas las patronales coinciden en señalar en que el objetivo ahora en todas las Islas «es bajar los actuales niveles de contagios internos, porque ello será clave para promocionar en Europa que somos un destino seguro».

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María José Aguiló, vicepresidenta ejecutiva de la FEHM

«No llegaremos a tiempo en abril, por lo que opinamos que no habrá Semana Santa. Consideramos que no llegaremos en tiempo para bajar la curva de contagios. Si la situación no cambia, no queda otra que endurecer todavía más las medidas restrictivas porque está en juego la temporada».

Rafael Roig, presidente del transporte discrecional

«La Semana Santa cae este año pronto no tendremos actividad. Veremos cómo evolucionan los acontecimientos con las vacunas en los meses de enero, febrero y marzo, ya que es toda una incógnita lo que pueda pasar. Todo hace indicar que el inicio de la temporada se retrasará otra vez».

Francesc Mulet, presidente de Aviba

«Sin tener hoteles abiertos será muy complicado reactivar el turismo en todas las Islas. De cara a la Semana Santa, pese a los buenos augurios de las administraciones, la realidad se va a imponer. Europa está tan mal como nosotros y a tres meses vista es materialmente imposible iniciar la temporada».

Ramón Reus, presidente de AEVAB

«Todo es una incógnita y hasta mayo no sabremos cómo va todo, porque de momento no sabemos qué impacto van a tener las vacunas en nuestros principales mercados emisores. Nuestra previsión es que hasta mayo no habrá respuestas claras de los mercados emisores y esto afectará a todos».