«La culpa no es del comercio o de los establecimientos, es de cómo nos comportamos al estar ahí», asegura Arranz. | Teresa Ayuga

Preguntado sobre si la situación actual de los contagios en Baleares requieren de nuevas restricciones, el doctor Javier Arranz, portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, lo tiene claro: «Sí, hay que tomar más medidas y sobre la mesa hay diversas porque la estabilidad de contagios es alta y temporal».

El Consell de Govern revisará el lunes las medidas restrictivas en cada una de las Islas y a estas alturas ya se sabe que se incrementarán las limitaciones en todas ellas y de forma más pronunciada en Eivissa que este jueves ya subió al nivel tres de alerta.

«Los casos vienen de los lugares más críticos: las aglomeraciones donde no guardamos las distancias, de zonas donde hay más relajación... Hemos tenido riesgo en bares y restaurantes, y sobre todo de dentro de las casas familiares donde es importante que sólo esté el núcleo de familia que allí vive», explicaba la presidenta Francina Armengol en un acto público en Alcúdia.

La responsable del Ejecutivo autonómico admitía que «hay una serie de propuestas sobre la mesa que se están estudiando». Según el doctor Arranz, no se descarta ni el cierre perimetral de ciudades a pesar de la dificultad de controlarlo, ni el cese temporal de la actividad no esencial. «Si en Palma hay colas por las rebajas ya estamos preocupados», decía. «La culpa no es del comercio o de los establecimientos, es de cómo nos comportamos al estar ahí», añadió el experto.

Noticias relacionadas

Las autoridades evalúan ahora dónde se han producido brotes durante las fiestas navideñas a pesar de las severas restricciones tomadas y cuáles han sido las más eficaces. En este sentido, la presidenta Armengol volvía a apuntar a que «el cierre de grandes superficies evitó mucha movilidad».

Desde Salut aseguran que no se planteará nada diferente a lo conocido hasta ahora. «Miramos lo que ha funcionado en otros lugares como el cierre del 100 % de la hostelería, o de los gimnasios, o de los lugares que no se pueden ventilar», advertía Arranz. Y es que hay un abanico de medidas antes de llegar al confinamiento total de la población que ya se ha visto en otros países y que algunas comunidades empiezan a reclamar al Gobierno del Estado, quien tiene la prerrogativa.

Efectos de las fiestas

«Hemos visto casos de una persona con 37 contactos, o de otra con 48, estos días ha habido brotes porque no nos han hecho caso, se han hecho reuniones de más de seis personas», admitía el doctor Javier Arranz. Si bien la Navidad no conllevó grandes cadenas de contagio, en Nochevieja no fue así, y falta por ver los efectos del día de Reyes. La incidencia acumulada de contagios por COVID-19 a 14 días y por 100.000 habitantes sigue creciendo en Baleares (543) pero a diferentes marchas. Mientras crece en Eivissa (371), baja en Formentera (272) y parece estabilizarse en Menorca (197) y Mallorca (589). Aún así «quedan días en que informaremos de muchos casos», aseguraba Arranz quien, ante la llegada de Sant Antoni, lanzaba otro mensaje: «los encuentros sociales y familiares deben desaparecer. Los foguerons no deben existir si queremos parar esta dinámica que, de continuar así, significará medidas más complicadas y contundentes».