Las pequeñas y medianas empresas de los sectores de restauración, hostelería y comercio han visto caer sus ingresos un 90 % desde marzo pasado. | Teresa Ayuga

Las entidades bancarias han endurecido la concesión de créditos a empresas y familias de Baleares desde marzo pasado por el impacto negativo que está teniendo la pandemia en todo el sistema productivo en las Islas y así, de este modo, evitar que la cifra de impagados incremente sus ratios de morosidad.

Los créditos ICO, avalados en un 80 % por el Estado, y los ERTE han dado liquidez a las empresas de forma temporal en 2020, pero esta situación solo ha permitido evitar la proliferación de concursos de acreedores y el cierre de empresas.

Las patronales CAEB y PIMEM señalan que el aviso del Banco de España para evitar una nueva situación de insolvencia bancaria «perjudica a las empresas en una coyuntura marcada por la falta de ingresos, la destrucción de empleo y un horizonte plagado de incertidumbres».

La presidenta de CAEB, Carmen Planas, afirma: «Las reglas de concesión de crédito de los bancos no han cambiado y siguen siendo las mismas, pero también advertimos que la capacidad de las empresas de Balears para acceder a financiación sí que ha empeorado después de sufrir los efectos de un año teniendo que hacer frente a la pandemia».

Planas añade que ante las restricciones a la actividad económica y financiera a nuestras empresas «la nueva realidad nos ha sumido en una situación muy difícil al tener que soportar el pago de impuestos, recurrir al endeudamiento y, todo ello, sin tener la posibilidad de tener ingresos».

Para cambiar esta dinámica, Planas afirma que «es urgente controlar la crisis sanitaria y agilizar el ritmo de vacunación para que podamos reactivar la demanda y, con ello, la actividad económica».

El presidente de PIMEM, Jordi Mora, resalta que muchas empresas, por la falta de ingresos, «no van a poder pagar los créditos concedidos y una simple moratoria en los créditos ICO no es suficiente, por lo que los bancos tendrían que entrar en una nueva fase de reestructuración del pasivo y dar liquidez al sistema productivo para evitar la paralización total de la economía en Mallorca y resto de islas».

La patronal de las pymes señala que ante esta situación tan adversa y con el cierre del grifo crediticio por parte los bancos «será inviable poder iniciar la senda de la reactivación, porque habrá falta de liquidez en el mercado y se producirá la desaparición progresiva de empresas y del empleo».

La Fundació Impulsa reconoce que «Baleares es la región con mayor riesgo financiero al ser la más afectada por la pandemia, de ahí que los bancos han cambiado su estrategia para evitar que sus balances queden deteriorados con préstamos que no saben si recuperarán alguna vez. Es una situación compleja que afecta al tejido productivo y a la propia economía de las Islas».

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Fundació Impulsa dice que el nivel de riesgo ha aumentado

El director técnico de la Fundació Impusa, Antoni Riera, puntualiza que «el nivel de riesgo actual obliga a las entidades bancarias a tomar todo tipo de medidas de precaución, lo que repercute en las familias y en las empresas, de ahí el nivel de preocupación que existe en estos momentos en Baleares».

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El objetivo es no perder otra temporada turística

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