Muchas empresas privadas, así como la Administración, aún aplican el teletrabajo a sus plantillas. | Efe

Algunos cambios impuestos o acelerados por la irrupción de la pandemia han llegado para quedarse. El teletrabajo es uno de estos hábitos de la nueva normalidad que persistirá aun cuando se recuperen las costumbres propias de antes del 15 de marzo de 2020. El 38,5 % de empresas de Baleares que han implantado esta fórmula laboral prevé mantenerla tras la pandemia. Así se desprende de los datos recogidos por el Institut Balear d’Estadística (Ibestat). Se trata de un porcentaje superior a la media estatal, que se sitúa en el 32,2 %.

En la actualidad, son muchos los trabajadores de las Islas, tanto públicos como del sector privado, que realizan teletrabajo. Si bien en muchos casos no es al 100 % de la jornada, sí que tanto la Administración como las empresas que lo han implantado lo siguen ofreciendo a sus empleados, que lo combinan con el trabajo presencial en las oficinas. En este sentido, cabe señalar que algunas compañías instauraron turnos para que no coincidan todos los trabajadores en sus puestos.

Crecimiento

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Antes de la irrupción de la pandemia, solo el 14,42 % de las empresas de las Islas ofrecían la posibilidad de teletrabajar a sus plantillas, porcentaje que se multiplicó casi por tres cuando se decretó el estado de alarma. Durante el confinamiento domiciliario y las restricciones a las actividades no esenciales, el teletrabajo se impuso en el 38,6 % de empresas de Baleares, porcentaje inferior a la media estatal, que alcanzó el 48,8 %. Cabe señalar, en este sentido, que al predominar el sector servicios en las Islas, muchas empresas no tenían la posibilidad de teletrabajar, pues su única opción fue cerrar. No en vano, Baleares ha sido una de las comunidades con mayor porcentaje de trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

En cuanto a los negocios que sí han podido mantener su actividad y, en concreto, la posibilidad de teletrabajar, la segunda y tercera olas del virus –con solo cuatro meses de diferencia–, así como las diferentes restricciones que se han dictado desde junio, no han propiciado una vuelta a la normalidad. Muchas empresas se han visto obligadas a mantener los cambios introducidos hace casi un año para garantizar la seguridad sanitaria de los trabajadores.

Sin embargo, el teletrabajo no es el único hábito que ha llegado para quedarse. Las nuevas tecnologías tendrán aún más fuerza. Así, el comercio electrónico y el servicio a domicilio son dos tendencias que se han consolidado con la pandemia. Muchos negocios que antes no ofrecían esta posibilidad se han visto obligados a implantarla para subsistir. Tras diez meses de pandemia, está claro que persistirá.