Camila Soler muestra tres modelos de mascarillas. | Jaume Morey

La demanda de mascarillas FFP2 se ha incrementado en Mallorca, Ibiza y Formentera (Menorca tiene cooperativa propia) principalmente debido a que el hecho de que en otros países europeos -Francia o Alemania- son obligatorias; en España no.

Aunque no hay datos concretos de ventas en las farmacias, desde la Cooperativa de Farmacéuticos de Baleares han precisado que en enero se duplicó el número de mascarillas FFP2 suministradas a las farmacias de Mallora, Ibiza y Formentera en comparación con el mes anterior. En diciembre suministraron 192 unidades, frente a las 500 de enero.

Cabe precisar que incluso hay farmacias que venden mascarillas FFP3, ya que el miedo a los contagios, especialmente por las nuevas cepas, ha motivado que algunas personas reclamen la máxima protección posible.

Sin embargo, el suministro de mascarillas quirúrgicas ha descendido: en diciembre fueron 40.950 unidades y en enero 31.700. Uno de los motivos puede ser que en diciembre las farmacias adquirieron muchas unidades en previsión de una mayor demanda, que finalmente no se ha materializado totalmente.

En cuanto a las mascarillas higiénicas, en diciembre se suministraron 450 unidades y en enero, 650; estas se pueden adquirir en muchos otros establecimientos comerciales, motivo por el que su número es inferior.

¿Cuáles son las mascarillas más aconsejadas en cada situación?

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El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Joan Carles March, explica las FFP2 se recomiendan para lugares cerrados, ya que se ajustan mejor; aunque precisa que también pueden emplearse dos mascarillas quirúrgicas para que no haya fugas en interiores. Para los exteriores, aconseja utilizar las mascarillas quirúrgicas o higiénicas.

March expone que «las mascarillas son imperfectas, y reducen contagios, no los suprimen. Es una de muchas capas de protección necesarias». En su opinión, «los gobiernos deberían fabricar las mejores mascarillas a gran escala y distribuirlas gratis y con educación. Como hacen con las vacunas».

En este sentido, considera fundamental entender primero como se transmite el virus. La principal vía de transmisión es la inhalación de aerosoles, en proximidad cercana, y compartiendo aire en una habitación. La segunda, en spray de gotas (proyectiles); y la tercera, tocar superficies contaminadas.

El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública señala que «para filtrar aerosoles, necesitamos calidad del filtro y ajuste de la mascarilla a la cara porque si hay huecos entre cara y mascarilla, al aire le es mas fácil ir por ellos. Un hueco del 2% del área de la mascarilla deja pasar el 50 % del aire sin filtrar». «Para los aerosoles, las mascarillas son un filtro. El aire que inhalamos y exhalamos debe pasar por la tela del filtro. Al hacerlo, muchos de los aerosoles se quedan pegados en la tela», manifiesta.

Además, señala que «el ajuste es un problema muy gordo para el uso de las mascarillas para la población en general. Por los huecos que nos parecen pequeños pasa la mitad de aire sin filtrar. La mascarilla N95 y la quirúrgica están mal ajustadas y tienen muchas fugas».

En el caso de las gotas proyectiles, asegura que «basta con una tela que cuelgue delante de la nariz y la boca, y que intercepte esos proyectiles. No hace falta que la mascarilla este bien ajustada, o que sea de muy buena calidad».

Por último, «para después de tocar las superficies, las mascarillas ayudan a que no nos toquemos nariz y boca», concluye.