Varios profesionales atienden a un paciente en la UCI de Son Llàtzer.

Baleares notificó este viernes tres nuevos fallecidos por la pandemia y ya son 679 las personas que han muerto a causa de la COVID-19. Si se observa por meses, además, se puede ver que esta tercera ola ha sido más letal que la primera.

En los tres primeros meses de pandemia se notificaron 226 decesos, 51 en marzo cuando se confinó a la población, 142 en abril y 33 en mayo, cuando se inició la desescalada.

Mientras que en todo el mes de junio sólo hubo que lamentar una muerte, en julio otras tres y en agosto nueve más, la segunda ola se cobró otras 173 vidas.

Sin que se sepa exactamente cuándo se pasó de la segunda a la tercera ola porque la incidencia de casos se estabilizó en una media de 200, si se toma como referente diciembre desde entonces han fallecido otras 267 personas.

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La buena noticia es que desde hace una semana se notifican menos muertes pero la mala es que todavía se verá a gente perder la vida por esta nueva enfermedad.

Este jueves había 78 pacientes graves en una unidad de críticos en Baleares, 57 de éstos en Mallorca, 18 en Eivissa y tres en Menorca. Aún así son dos pacientes menos que el día anterior y la situación en las UCI sigue mejorando.

Por otra parte, quedan otros 159 pacientes ingresados en planta y 3.485 infectados activos que pasan la COVID en su domicilio bajo la vigilancia de Atención Primaria.

La pandemia sigue remitiendo en las Islas que este jueves notificaron apenas 84 nuevos casos. De hecho la incidencia de contagios a 14 días por 100.000 habitantes en el Archipiélago sigue siendo la segunda mejor del país con 145,11 casos. Una cifra que en Mallorca ya se reduce a 106,47 contagios, con datos similares a las del inicio del pasado mes de agosto y que en Menorca, a la cabeza de la bajada, se sitúa en 42,83.