La hostelería de Ibiza ha tenido que cerrar sus puertas en varias ocasiones dirante la pandmeia. | Daniel Espinosa

Más de 10.000 empleados de la hostelería y el comercio han estado de baja laboral por culpa de la COVID, según los datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo.

De ellos, un 40 por ciento, es decir, 4.058, son trabajadores de la restauración. A ellos se suman otros 3.299 de empleados del sector del comercio al por menor de la alimentación y otros 3.167 del resto de comercio. Las bajas en la restauración representan el 9,02 por ciento de las totales.

Los datos de las mutuas revelan que hasta la fecha han estado de baja casi 45.000 trabajadores de los distintos sectores productivos por culpa de la COVID. A ellos hay que sumar las bajas de los colectivos sanitarios, que no figuran en esta estadística, y las de los funcionarios.

Los contagios entre los empleados de la restauración se deben a que es una actividad en la que, por su propia idiosincrasia, los clientes van sin mascarilla, lo que aumenta el riesgo y de ahí las prevenciones del Govern a la hora de plantear la desescalada en este sector. Las bajas en la hostelería superan a las del comercio de alimentación a pesar de que bares y restaurantes permanecieron cerrados durante el estado de alarma, algo que no pasó con el comercio de primera necesidad, que siguió abierto.

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Hoteles

En el sector de hoteles y alojamientos similares se produjeron 2.041 bajas, un 4,54 por ciento del total, relacionadas también con la atención al público. En la construcción ha habido 2.606 bajas (5,8 por ciento) mientras que las bajas en servicios de fontanería, electricidad y asimilados sumaron 1.931 (4,29 por ciento). En el sector del transporte y de las empleadas de hogar, las bajas fueron menos numerosas.

El Govern aprobará en el Consell de Govern de este viernes una cierta flexibilidad en las restricciones, que pasarán por la apertura de las terrazas de bares y restaurantes, pero muy probablemente solo hasta las 18.00 horas.

A pesar de que Baleares es la segunda comunidad autónoma con menor incidencia de casos, Armengol apuesta por una desescalada muy lenta para evitar que la cepa británica provoque una explosión de casos. De momento, los buenos datos de España ya permiten viajar a Alemania sin PCR aunque luego allí debe guardarse una cuarentena de cinco días y hace una prueba para detectar el virus.

A pesar de que hay evidencias científicas de que buena parte de los contagios se producen en el entorno de la hostelería y la restauración, el Govern sigue teniendo problemas para identificar el origen del 40,92 por ciento de los nuevos casos en Mallorca, es decir, cuatro de cada diez. Sin embargo, los datos que ofrece el Ministerio cada semana distan mucho de las cifra que facilita la Conselleria de Salut. Según el Ministerio, la trazabilidad de los casos en Mallorca es de apenas el 12,1 por ciento, lo que implica que, según el propio Ministerio, solo hay certezas de cómo se produce uno de cada diez contagios en Mallorca.